Se trata de un hecho histórico para la transición energética del país, en el que a través de un piloto que cuenta con la participación de la comunidad, EPM, la Universidad EIA, ERCO y NEU, estás últimas empresas integrantes del programa Ventures EPM, con el apoyo internacional del Reino Unido; se logró constituir la primera comunidad microproductora de energía solar en el barrio El Salvador de Medellín.
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Darío Amar Flórez, vicepresidente ejecutivo de Nuevos Negocios, Innovación y Tecnología de EPM, explicó que “estamos hablando de innovación abierta, de traerle a un barrio a una cuadra con 24 familias, tecnología de punta. Estamos instalando paneles solares para compartir la producción entre varias familias, por eso es la primera comunidad solar que está conectada al Sistema Interconectado Nacional”.
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Además, agregó que este hito es muy importante porque “es una nueva forma de producir, de inyectar a la red y de compartir energía. Este es el futuro y por eso venimos trabajando en soluciones de comunidades solares, de medición inteligente masiva y de redes inteligentes. Esta es una acción que continuará, pero no es en meses, es en semanas en las que seguiremos desplegando diferentes soluciones”.
Así opera la primera comunidad energética solar
La participación de las 24 familias fue voluntaria y permitieron que en sus viviendas se pudieran instalar 43 paneles solares en dos generadores distribuidos, los cuales generan en promedio hasta 3.000 kWh/mes.
Iván García, miembro de la primera comunidad solar, dijo que “ha sido un trabajo muy largo con EPM y la comunidad ha aportado su experiencia. Nos han acompañado todo este tiempo en el proceso de autogestionar la energía, que ha sido muy fácil, ya que la plataforma que utilizamos nos ha dado toda la información”.
EPM explicó que a través de un sistema de puntos, la generación solar, en forma de generación distribuida, se convierte en una fuente de ingresos para la comunidad y que los puntos pueden ser usados para pagar la factura de la energía al final del mes, adquirir servicios relacionados e incluso realizar intercambios entre la comunidad.
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“Las comunidades se benefician del proyecto, les genera ingresos; pero también, las comunidades se concientizan”, dijo José Manuel Restrepo, rector de la Universidad EIA.
El esquema implementado acerca la tecnología solar a los usuarios de los estratos socioeconómicos 1, 2 y 3, como es el caso del barrio El Salvador, con que se les permite superar barreras crediticias, físicas y lograr economías de escala.
Medición inteligente
Respecto al consumo de energía, EPM explicó que cada integrante de la comunidad tiene un medidor inteligente y acceso a una plataforma en la que en tiempo real pueden gestionar, monitorear, controlar y tomar decisiones frente a su consumo de energía.
“La puesta en marcha de este proyecto ha sido un éxito, en la medida en que las familias lograron articularse y fortalecer el tejido social de su comunidad, para a través de la generación distribuida percibir beneficios económicos y ambientales”, señaló EPM.
La frase
“Estamos instalando paneles solares para compartir la producción entre varias familias, por eso es la primera comunidad solar que está conectada al sistema interconectado nacional”, Darío Amar Flórez, vicepresidente ejecutivo de Nuevos Negocios, Innovación y Tecnología de EPM.
La cifra
3.000 kWh/mes será la generación de la primera comunidad microproductora de energía solar en Medellín.