Opinión

En defensa del licor y su satanización

Educar el paladar motiva a un país a entender la importancia del autoconsumo responsable de cualquier licor. Por supuesto a continuación les cuento porqué y su considerable necesidad. Por lo pronto, ¡salud!: Tato, Gourmet & Crítico Gastronómico

Potencia tus recetas tradicionales con el toque de algún whisky de calidad y sorprende el paladar de tus seres queridos
Whisky Potencia tus recetas tradicionales con el toque de algún whisky de calidad y sorprende el paladar de tus seres queridos (Freepik)

En defensa íntegra y absoluta del licor y su satanización, educar el paladar para disfrutar de una bebida destilada sea esta cualquiera <<armagnac, cognac, whisky, gin, ron, aguardiente, etc…>> en su expresión física y consciente, se trata de reconocer o ponerle atención a las características perceptibles a nuestros sentidos que nos indican cuando una bebida ha sido transformada con detalles o de forma ordinaria y sin detalle. Quiero decir con lo anterior; llena de saborizantes y azúcar para que nos impacte mediante el gusto el cerebro y, por consiguiente, elegirla para nuestro consumo desmedido en búsqueda de euforia y bienestar; igualmente desmedida...

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Existen datos históricos del “licor” en el planeta, desde hace un poco más de 800 a.C., en la antigua China. De allí parte una de las historias del origen de la destilación que, descubre los alcoholes que se pueden producir a partir del arroz << Dato considerablemente importante si vamos a hablar con los Chinos >>.

Si profundizamos aún más en la historia del porqué existe y ha existido el licor, sabremos que Hipócrates de Cos a quién se le atribuye la medicina, promovía la infusión de yerbas en vino o alcohol para tratar temas digestivos entre otros; así como el origen del vodka y la ginebra tenían fines terapéuticos. <<que dos mil veinticinco años después, siguen vigentes...>>

Es culturalmente absurdo satanizar el alcohol, lo lógico y gastronómicamente lógico es aprender a disfrutarlo y descubrir a dónde puede llegar el cerebro humano para sacar la expresión más exquisita de una malta, de una caña, de una uva, una manzana y muchos otros productos que, transformados en bebidas alcohólicas exquisitas, se convierten en economías sólidas para los pueblos.

Cuando nosotros, individualmente hombre y/o mujer, entendemos el licor, construimos cultura gastronómica. Esto es algo increíblemente sorprendente para la vida de cualquier ser humano y un pueblo. Existe, se halla y cuenta con soporte científico y cuántico. La expresión más profunda y filosófica de los licores jamás fue en vano y está ahí para que cualquier persona lo pueda descubrir...

Una bebida que carga espíritus “espirituoso”, es una bebida que nos elige y elegimos consciente o inconscientemente <<cultura>>. Al beberlo libera nuestras cargas, nos alienta, nos enriquece, llama a la tertulia, la sabiduría, llama al amor y la amistad, la alegría, la esperanza, la pasión, el romance, motiva, celebra, cierra acuerdos y pactos, engrandece el alma; como también desalienta, destruye, genera cargas, empobrece, aleja el amor, llama al conflicto, la violencia, la lujuria desmedida, rompe acuerdos, pactos, romances, despedaza el alma y nos entierra. Luego de varios años de beber, entendí su filosofía a lo largo de la historia. Hoy me parece justo compartir esta información con ustedes ya que la decisión desde donde abordamos su consumo puede ennoblecer aquel preciado líquido o degradarlo como un reflejo espejo de nosotros mismos.

A medida que tengamos productos más exquisitos, a medida que probemos licores mejor transformados, entendemos la función de estas bebidas desde la filosofía más profunda de la gastronomía... No habría otra forma de verlo. Al educar nuestro paladar podremos prontamente ver que la gente se tome una copa de vino en el almuerzo y luego regresar a la oficina a trabajar contenta, restaurada con una sensación de gustosidad que motive la tarde sin que eso termine en un fiestón con tres echados y dos embarazos.

Somos muy jóvenes en el mundo en lo que a los licores le corresponde y se entiende que quieran satanizarlo. ¿Quién no ha quedado como el último de los pendejos después de ese trago de más que nos pone a decir estupideces? Las cosas exquisitas de la vida están allí para disfrutarlas, controlarlas y aprender a manejarlas, no para prohibirlas. El hombre interpretó el manejo del deseo a su manera, cometió barbaridades para ocultarlo como también acertó, cuando entendió.

A lo largo de la historia de la humanidad, la transformación de la materia siempre ha llevado algo de magia, esa magia jamás ha sido en vano y está allí también para nosotros.

Los recomendados espirituosos:

Whisky The Balvenie Caribbean Cask | Aged 14 years.

Whisky  Glenmorangie – The Nectar D´OR

Otros recomendados exquisitos

Vermut rojo – Badrän Market

Licor 8 – Hecho en Colombia en su camino a la gustosidad. “Sorprendente”

Cerveza Artesanal de Oriental Gastro Pub.

Tato.

Gourmet & Crítico Gastronómico

IG: @tatogourmetcol | X: @tatogourmet

www.tatogourmet.co

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