Si bien, el concreto y la varilla mantienen en pie una casa, el comedor, aunque no constituye la estructura, se convierte en parte de los cimientos de ese lugar, que por su calor humano, podemos llamar hogar. Esta analogía de vida es bien sabida por la familia ‘Bustos Ríos’ del ‘Comedor privado de Adán’, encabezados por el chef Adán Bustos, quien durante 18 años encabezó uno de los proyectos más importantes del grupo empresarial Takami, el reconocido restaurante de comida asiática, Osaki, en Bogotá.
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El menor de seis hermanos llegó a mediados de los setenta a la capital, luego de que su madre tomará la trascendental decisión de salir del caserío Gualanday, en el Tolima; tras el fallecimiento de la cabeza de hogar, el padre de Adán, un pescador que realizaba sus jornadas en el río Magdalena, y que llevaba a la mesa el nicuro, bocachico o viudo de capaz con el que preparaban nutritivos guisos.
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¿Quién es el chef Adán bustos?
Pese a las dificultades que padeció en su infancia, el niño soñador se topó de frente con un libro de cocina, hecho que en su adolescencia lo llevó a estudiar cocina en el Sena, lugar en el que conoció a Estela Ríos, su compañera de vida, madre de Valentina y Santiago. Durante su formación culinaria, Bustos adquirió conocimientos por parte de mentores provenientes de Francia, Luxemburgo y Alemania; además de trabajar mano a mano con el reconocido cocinero Harry Sasson por más de siete años.
¿Cómo enfrentaron la pandemia en familia?
El sueño se convirtió en realidad y el reconocimiento adquirido por el chef Adán, le permitió a él y a su esposa sacar adelante a sus hijos, e incluso enviarlos a estudiar al exterior; pero todo cambio en el momento en que la pandemia impactó y afectó de gran manera a la industria de los restaurantes a nivel global, hecho que llevó a Bustos a alzar la mano y retirarse de Takami.
“En esas circunstancias empezamos a decir: ¿Por qué los cuatro no nos inventamos algo? Estando en nuestra casa nos ponemos a vender envueltos de mazorca. Valentina abrió un perfil de Instagram y nos empezamos a mover. Hacíamos envueltos todos los días”, comentó el chef junto a su familia, en entrevista a Publimetro Colombia.
¿En qué momento nació el ‘Comedor privado de Adán’?
Aunque echados para adelante, los números no daban y llegaron al punto de analizar una posible venta del apartamento en donde vivían. Hasta el momento en que aparecieron aquellos seres a los que consideran “Ángeles” que escucharon una idea familiar producto del ingenio y la unión: “¿Qué pasa si le decimos a los amigos y a la familia que nos apoyen y que vengan a la casa a comer y nos paguen?”, bajo este interrogante, los ‘Bustos Ríos’, empezaron uno de los restaurantes ocultos de los que más se habla en la capital colombiana.
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“En un restaurante a uno no le pasa esto. Que lo atiendan de esta manera, que le den de comer delicioso. Y que, además, nos cocine un chef de renombre, es un privilegio. ¿Por qué se preocupan? Sé que están pasando dificultades, pero ustedes lo tienen todo, esta calidez no la encuentran en ningún lado, ustedes tienen que salir adelante”, fueron las palabras del primer comensal del naciente ‘Comedor Privado de Adán’, dichas por un publicista y amigo de la familia que decidió realizar una campaña de mercadeo y establecer a Adán Bustos como una marca.
La agenda del comedor se fue llenando y con ello el reconocimiento en redes sociales aumentó, llegando al punto de que la ahora marca, se convirtiera en embajadora de distinguidas compañías dedicadas a la manufactura de productos para la cocina. Hecho que de a poco les permitió construir su comedor soñado.
¿Cómo lucharon contra el cáncer de que padeció Estela?
El trabajo se multiplicó y aquellos días difíciles del confinamiento parecía que quedaron en el olvido. Pero, en uno de los momentos más álgidos del comedor, la unión familiar enfrentó una de las circunstancias más difíciles de sus vidas, Estela, a la que todos consideran “el sol de la casa”, vivió una crucial batalla contra el cáncer de ovario, de la cual salió victoriosa y cuya recuperación catalogan como un milagro.
“En el momento en que nos dicen cáncer a todos nos da miedo. Pero el hecho de tener familia y saber que mi esposo y mis hijos están al lado mío, fue vital y fundamental en este proceso. A pesar de que las circunstancias digan que no, yo sé que si se puede. Aunque haya nubarrones, no paren, continúen, avancen, quizás van a venir otras dificultades, pero pedimos al cielo que nos dé fuerzas para crecer y avanzar para atenderlos a muchos de ustedes”, fueron las palabras de Estela, una guerrera de la vida que junto a su esposo Adán quieren que sus hijos continúen fielmente con su legado.
Ante esto, Valentina Bustos Ríos les hace a todos ustedes lectores la siguiente invitación:
“Queremos invitarlos como familia a que conozcan nuestro comedor privado. Esto nació de mucho esfuerzo, de unirnos como familia y eso es lo que queremos transmitirles. Queremos hacerlos sentir como en casa, por eso diseñamos diferentes menús en donde los vamos a llevar a través de los sabores a que conozcan un poco más de nosotros”, enfatizó.
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