El icónico astrólogo de las predicciones, Nostradamus, acertó en una de sus predicciones aterradoras en las primeras horas del 2024. La misma estaría relacionado con el terremoto que ocurrió a inicio de año en Japón.
PUBLICIDAD
Según el New York Post, al francés se le atribuyó la predicción del poderoso terremoto que sacudió al país asiático en Año Nuevo. Al esbozar sus predicciones para 2024, el oráculo escribió: “La Tierra seca se volverá más reseca y habrá grandes inundaciones”.
Según los seguidores del psíquico calcularon que podría haberse estado refiriendo al temblor de magnitud 7,5 que sacudió la costa occidental japonesa, alrededor de las 16h00 pm del lunes, matando a 48 personas, derribando edificios y provocando tsunamis de 3 pies de altura.
Los residentes de las comunidades costeras huyeron a zonas más altas cuando las olas azotaron la costa, arrastrando casas y automóviles al mar. Actualmente hay alrededor de 120 casos de personas en espera de rescate, informó un portavoz del gobierno.
Las autoridades enviaron un escuadrón de búsqueda y rescate de 3.000 efectivos, compuesto por personal del ejército, bomberos y agentes de policía, al lugar del desastre en la península de Noto, en la prefectura de Ishikawa.
“La búsqueda y rescate de los afectados por el terremoto es una batalla contra el tiempo”, declaró el primer ministro Fumio Kishida durante una reunión de emergencia el martes.
La predicción de Nostradamus aparentemente no fue el único presagio de una calamidad sísmica. Durante el verano, los buzos en Taiwán encontraron un pez remo gigante herido, el “pez del fin del mundo”, que se dice que es una señal de terremotos inminentes.
PUBLICIDAD
Esta superstición sísmica se basa en la mitología japonesa, que afirma que el animal, que vive entre 656 y 3200 pies debajo de la superficie del océano, subirá intencionalmente a la superficie antes de un temblor entrante.
Otras de las predicciones que podría suceder
Los seguidores psíquicos también dicen que la predicción de Nostradamus de una “Tierra seca” podría referirse a la actual crisis climática, que ha generado un aumento de las sequías y los incendios en todo el mundo.
El año pasado fue oficialmente el año más caluroso jamás registrado, mientras que los expertos predicen que 2024 podría ser otro año más abrasador.