Encontrar el amor casi que es un golpe de suerte y en muchas ocasiones por diferentes causas el proceso termina en peleas y gigantescos divorcios. Lo anterior, por supuesto conlleva una serie de consecuencias emocionales para todos los implicados en el proceso, incluyendo a los hijos porque es un hecho que marca la vida y que puede afectar el desarrollo emocional de los mismos.
Catalina Sanz Jaramillo, Psicóloga clínica en alianza con RedPaPaz y Publimetro Colombia, da una serie de consejos para evitar que los más pequeños del hogar sufran graves consecuencias emocionales tras un divorcio.
Según la experta, las niñas, niños y adolescentes deben ser los primeros en enterarse una vez la decisión sea definitiva, es recomendable que sean los padres quienes les cuenten lo que está sucediendo. Para eso, también es importante que la pareja llegue a acuerdos frente a qué les dirán a sus hijas e hijos, unificar el discurso para no dar mensajes equívocos o confusos. Las conversaciones deben ser sencillas, cortas, claras y amorosas, idealmente con ambos padres y todas las hijas e hijos presentes.
En esa misma línea, es muy importante siempre decir la verdad de acuerdo a lo que pueden comprender a su edad. Niñas, niños y adolescentes siempre notan cuando algo no anda bien y negárselo puede ser contraproducente. Evite inventar razones para justificar que uno de los padres ya no vive en casa o darles información relacionada con la intimidad de la pareja.
Otra de los consejos clave dentro del proceso de divorcio, es evitar falsas promesas sobre una posible reconciliación o actitudes que generen estas ideas en las niñas, niños y adolescentes. “Nunca debemos crear imágenes negativas o descalificar a la otra persona frente a sus hijas e hijos”, explica la experta.
En cuanto al tema emocional y sensaciones, debe haber claridad sobre las razones del divorcio: explique a sus hijas e hijos que la separación no es su culpa ni su responsabilidad. Las niñas, niños y adolescentes tienden a experimentar sentimientos de culpa tras el divorcio de los padres. También, es vital hacer énfasis y ser explícitos en que el amor de los padres no cambia: ambos seguirán siendo sus padres y amándolos aunque estén separados. Hay una separación de los padres como pareja, pero no necesariamente de los padres con sus hijas e hijos.
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Asimismo, es bueno demostrar los sentimientos que surjan durante la conversación. Es normal llorar, aceptar las emociones que se estén sintiendo en el momento, para que niñas, niños y adolescentes también se sientan libres de comunicar lo que esta noticia les hace sentir. En la medida de lo posible, es favorable dejar claro cómo serán las rutinas y los acuerdos desde ese momento en adelante. De esta manera las niñas y niños entenderán que las responsabilidades de ambos padres se mantienen con ellos, aunque no estén juntos como pareja. Además es importante que las rutinas sean similares cuando niñas, niños y adolescentes estén con cada padre pues esto les evita confusiones y da mayor sensación de normalidad.
Finalmente y no menos importante, si tras estos procesos usted considera que su hijo está teniendo cambios en comportamientos y se le nota más triste, no dude en buscar una ayuda profesional.