Desde su nacimiento hace cuatro mil quinientos millones de años, la Tierra se ha mantenido en constante movimiento girando sobre su propio eje y alrededor del Sol, proceso que da continuidad a lo que conocemos como días y años. Pero los científicos se han planteado qué pasaría si de la noche a la mañana nuestro planeta dejara de girar, llegando a la conclusión de un escenario bastante complicado.
La razón por la que la Tierra sigue girando es porque no hay nada que la detenga, ya que el espacio está completamente vacío y no hay ningún obstáculo que pueda aminorar su marcha. Sin embargo, los expertos inventaron un escenario en el que nuestro planeta pudiera ser afectado por diversos factores que lo llevaran a quedarse quieto.
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De acuerdo con Jacco van Loon, astrónomo de la Universidad de Keele, esto trae consigo diversos escenarios, pero hay dos que destacan: los cambios de temperatura y el campo magnético.
Si la Tierra dejara de girar, pero continuara orbitando alrededor del Sol, un “día” duraría medio año, y también lo haría la noche. Podría calentarse mucho más durante el día y enfriarse mucho más durante la noche. Esto afectaría el clima en nuestro planeta.
Una gran diferencia de temperatura entre el día y la noche causaría fuertes vientos, que moverían el aire caliente hacia el lado más frío y nocturno de la Tierra. El viento también soplaría desde las regiones cálidas alrededor del ecuador hasta las regiones polares frías. En una Tierra que gira, esto no sucede porque el viento se desvía hacia los lados, dijo van Loon en un artículo reseñado en el portal The Conversation.
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Por otro lado, está el detalle de que el núcleo de la Tierra es parcialmente hierro fundido. El movimiento giratorio del planeta lo convierte en un imán y le da a la Tierra un campo magnético.
Esto nos protege contra la radiación dañina, que proviene de partículas del Sol y rayos cósmicos fuera del sistema solar. Mientras que el campo magnético impide que la radiación nos llegue, golpea la atmósfera de la Tierra, y la vemos como la aurora, las luces del norte o del sur. Sin el campo magnético, esta radiación alcanzaría la superficie de la Tierra y enfermaría a las personas.