El espacio puede llegar a ser un sitio bastante peligroso, no solo para aquellos que se aventuren a explorar los rincones del universo, sino también para los habitantes de la Tierra debido a la presencia de varios cuerpos celestes, como meteoritos, que pueden impactar con nuestro planeta. A propósito de esto, algunos científicos calcularon cuántas de estas rocas espaciales suelen atravesar la atmósfera y la cantidad es considerablemente grande.
PUBLICIDAD
Las rocas espaciales que normalmente terminan como meteoritos se conocen como meteoroides, pequeños asteroides o los miembros más pequeños del sistema solar. Estos varían en tamaño, desde rocas que miden aproximadamente un metro de ancho hasta micrometeoroides del tamaño de granos de polvo, según reseña el portal American Meteor Society.
Puede leer: Telescopio James Webb hace historia al presentar sus primeras imágenes de un exoplaneta
A medida que los meteoroides atraviesan la atmósfera de la Tierra, se queman por la fricción del aire y producen rayas de luz en el cielo: estas rocas en llamas y caídas se llaman meteoros. A su vez, un meteoro muy brillante se conoce como bola de fuego.
Pero de acuerdo con un estudio realizado por diversos científicos, la realidad es que más de mil meteoritos chocan contra la tierra o el agua de la Tierra durante un año, pero la mayoría de ellos no son letales debido a que su descenso ocurre sobre los océanos y las regiones deshabitadas, aunque no siempre ocurre de esta manera.
Lea también: Descubren planeta cercano totalmente cubierto de agua
Pero para estimar cuántos meteoritos golpean con éxito la Tierra cada año, un grupo de científicos liderado por Gonzalo Tancredi, astrónomo de la Universidad de la República en Montevideo, Uruguay, analizó los datos del portal American Meteor Society. Su conclusión es que probablemente hay “alrededor de 6100 caídas de meteoritos por año en toda la Tierra, y alrededor de 1800 caen sobre la tierra”.
Sin embargo, el experto determinó que de momento no hay un peligro inminente que pueda llevarse a cabo y que desencadene grandes consecuencias en la Tierra, revelando que si bien hay grandes formaciones rocosas que pueden impactar en nuestro planeta, muchas de ellas pueden desviarse en el camino.