Desde hace décadas, el hombre ha buscado explorar el espacio y todo lo que puede ofrecer para la vida humana, no solo en lo que respecta a la Tierra sino también en relación a otros cuerpos celestes. Pero además de interesarse en detalles como sus componentes y condiciones, varios científicos se han enfocado en investigar qué tan viable es acondicionar otros planetas de nuestro sistema solar para que podamos vivir en ellos, un proceso que se denomina como “terraformación”.
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Si bien desde hace varios años se ha hablado de muchos proyectos para colonizar sitios como la Luna o Marte en el futuro, la verdad es que esto no solo ha quedado sobre la mesa sino que varios expertos se han ocupado de trabajar para que este sueño sea una realidad.
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De acuerdo con el portal The Conversation, en nuestro sistema solar, los planetas más similares a la Tierra son Marte, que está un poco más lejos del Sol, y Venus, que está un poco más cerca del Sol. Sin embargo, todavía son muy diferentes a la composición de nuestro hogar.
Hay muchas razones por las que estos planetas son diferentes a la Tierra. Una de ellas son los gases que están en la atmósfera, los cuales están compuestos principalmente de dióxido de carbono, y al no tener oxígeno, no podríamos respirar en ninguno de los dos.
Por otro lado, Marte tiene muchas cualidades que lo convierten en el mejor candidato a ser un planeta habitable, pero además del problema con el oxígeno también hay otros detalles como las bajas temperaturas y la pérdida de algunos nutrientes del suelo marciano producto de trabajos exploratorios.
Con Venus también hay buenas posibilidades pero un gran detalle es determinante: la gravedad es bastante similar a la de la Tierra, pero por razones que no se entienden completamente tiene una atmósfera casi cien veces más pesada. El peso de la atmósfera haría que la presión aplastaría casi a cualquier ser vivo.
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¿Es viable la terraformación?
A pesar que Venus y Marte son buenos candidatos para ser colonizados, todavía hay varios detalles que los científicos siguen de cerca para poder resolverlos en el futuro, por lo que de momento la mejor manera de asegurar la vida en el espacio exterior es a través de colonias artificiales lo suficientemente grandes como para albergar todo un ecosistema compuesto por plantas, animales y otras formas de vida.
Esto es algo que ha destacado en los últimos años, con varios científicos importantes al frente de tareas como vehículos, hábitats y edificios que puedan funcionar de manera óptima en el espacio exterior y que puedan ser transportados de manera sencilla.
