La vida de un sistema solar puede ser tan frágil que hasta la más mínima perturbación podría alterarlo, al punto de desatar una gran cantidad de eventos que pondrían la estabilidad del mismo en peligro. Un ejemplo de esto fue plasmado en un articulo publicado por investigadores de la Universidad de Toronto, en el cual advierten que el cambio más pequeño podría complicar la integridad de varios cuerpos celestes, destacando que si Neptuno llega a salirse un poco de su órbita, las consecuencias serían peligrosas para otros planetas, incluido la Tierra.
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En un articulo reseñado en el New York Post, los científicos comentan que se han hecho varias simulaciones en relación a la perturbación del equilibrio en nuestro sistema solar, dando como resultado una gran cantidad de datos que revelan que la fuerza que ejerce una estrella al pasar cerca de un cuerpo celeste puede hacer que poco a poco este se vaya desestabilizando, provocando que pueda salir de su órbita.
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“Una estrella que pasa puede influir en objetos dentro del sistema solar. Así que nuestro estudio fue tratar de entender qué tan sensible sería la estabilidad del sistema solar para ser influenciada por las estrellas que pasan”, dijo Garrett Brown, coautor del estudio.
“Una de las simulaciones encontró que si un sobrevuelo ocurriera mañana y sacara a Neptuno de su órbita solo en un 0,1%, podría haber consecuencias catastróficas para Mercurio y Venus. Ejecutamos las simulaciones hasta que Mercurio se estrelló contra Venus, o sucedía algo más, y luego lo detuvimos”, comentó el experto.
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Pero tal parece que Venus no sería la única víctima de Mercurio, sino que la Tierra también podría verse afectada, confesando que uno de los resultados mostraba que nuestro planeta se estrellaba contra Marte. “Realizamos casi 3.000 simulaciones y en uno de esos casos encontramos que el cambio de la órbita de Neptuno causó que la Tierra se estrellara contra Marte, por lo que es posible que algo así pueda suceder”, dijo Brown.
Finalmente, el científico aclaro que no debería haber pánico al respecto ya que las condiciones para que esto pueda suceder todavía no están establecidas. “Ciertamente no es nada que temer porque el tiempo involucrado es tan, tan largo. Los dinosaurios murieron hace 65 millones de años y eso es tan, tan corto en comparación con el tiempo que tomaría para que ocurra un evento como este”, concluyó.