Si recordamos cuando se comenzó a manifestar los múltiples casos de Coronavirus, el mundo no estaba preparado para poder enfrentarlo e incluso, ni siquiera se tenía información verídica sobre de qué trataba la enfermedad y mucho menos como tratarla.
En la actualidad, cuando nos referimos a la Viruela del Mono, la realidad es totalmente distinta para la suerte de la humanidad. Aunque han habido manifestaciones de varios casos en 12 países (por ahora), la misma Organización Mundial de la Salud indicó que no hay riesgos en que se pueda convertir la enfermedad en pandémica, sin embargo, por si las dudas, se conoció que en los últimos días ya se cuenta con una vacuna aprobada para combatir la patología.
Jynneos (o Imvamune o Imvanex)
La elaboración de la vacuna para prevenir la Viruela del Mono es por parte de la compañía Bavarian Nordic, proveniente de Dinamarca. La misma empresa informó que está compuesta por una versión viva del virus de la viruela que fue elaborada para que no pueda replicarse en el cuerpo o causar infección, pero aún puede activar el sistema inmunológico para montar defensas contra los virus de la viruela y la viruela del mono para proteger a las personas de infectarse.
El experimento consistió en realizar distintos análisis a personas previamente vacunadas en el continente africano, lugar donde el virus ha estado presente durante varios años previos. Fueron dos dosis administradas con un rango de 28 días de diferencia, con un resultado de un 85% de efectividad, por ello, la vacuna pudo ser aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA).
Aplicación de la vacuna
El Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP) aconseja que aunque no es una vacuna normalmente impuesta en la población, en especial en los Estados Unidos, es recomendable que sea aplicada en las personas que tengan viajes confirmados a cualquier país de África, ya que es el único continente donde está comprobado que la enfermedad está en fase endémica.
Otra de las recomendaciones va dedicada a individuos con mayor riesgo de exposición e infección, como por ejemplo, los científicos que trabajan en laboratorios que estudian el virus, los socorristas que pueden tratar esos casos ocupacionales y los trabajadores de la salud que atienden a pacientes infectados.