El cubrebocas llegó para quedarse o al menos así será durante una larga temporada. Para muchos ya se ha vuelto una costumbre, parte de una rutina diaria que no cuestionamos. Es decir, nos ha protegido de la COVID-19 y sus variantes pero también de otros virus, del polvo y de la contaminación.
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Quizá no sea el “accesorio” más glamoroso pero cada vez se descubren más ventajas de portarlo. Aunque no lo creas, los expertos en Gran Bretaña pueden haber descubierto que las personas se ven más atractivas cuando usan cubrebocas (barbijos).
Por más extraño que parezca, los investigadores de la Universidad de Cardiff, ubicada en Gales, se sorprendieron al descubrir que tanto los hombres como las mujeres se veían mejor con un cubrebocas que sólo deja ver la mitad de su rostro.
Los primeros resultados fueron publicados en la revista Cognitive Research: Principles and Implications.
El doctor Michael Lewis, de la escuela de psicología de la Universidad de Cardiff y experto en rostros, dijo que una investigación realizada antes de la pandemia había encontrado que las máscaras faciales médicas reducían el atractivo porque estaban asociadas con enfermedades o padecimientos. Sin embargo, las cosas han dado un giro inesperado.
“Queríamos probar si esto había cambiado desde que las cubiertas faciales se volvieron omnipresentes y entender si el tipo de máscara tenía algún efecto”, dijo.
“Nuestro estudio sugiere que los rostros se consideran más atractivos cuando están cubiertos por mascarillas médicas. Esto puede deberse a que estamos acostumbrados a que los trabajadores de la salud usen máscaras azules y ahora las asociamos con personas en profesiones asistenciales o médicas. En un momento en que nos sentimos vulnerables, puede que nos tranquilice el uso de mascarillas médicas y, por lo tanto, nos sintamos más positivos hacia el usuario”.
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Este estudio lleva mucho tiempo en marcha y se ha incluido el efecto que tienen diferentes tipos de cubrebocas. La primera parte de la investigación se llevó a cabo en febrero de 2021, momento en el que la población británica ya estaba acostumbra al uso de mascarillas.
Se pidió a cuarenta y tres mujeres que calificaran en una escala del uno al diez el atractivo de las imágenes de rostros masculinos sin mascarilla, con una mascarilla de tela sencilla, una mascarilla médica azul y sosteniendo un libro negro sencillo que cubría el área con una mascarilla.
Los participantes dijeron que los que usaban una máscara de tela eran significativamente más atractivos que los que no tenían máscaras o cuyos rostros estaban parcialmente oscurecidos por el libro. Pero la máscara quirúrgica, que era solo del tipo normal y desechable, hizo que el sujeto se viera aún mejor
“Los resultados van en contra de la investigación previa a la pandemia en la que se pensaba que las máscaras hacían que la gente pensara en la enfermedad y que se debía evitar a la persona”, explicó Lewis.
“La pandemia ha cambiado nuestra psicología en la forma en que percibimos a los usuarios de máscaras. Cuando vemos a alguien con mascarilla ya no pensamos ‘esa persona tiene una enfermedad, necesito alejarme’
“Esto se relaciona con la psicología evolutiva y por qué seleccionamos a nuestra pareja. La enfermedad y la evidencia de la enfermedad pueden desempeñar un papel importante en la selección de pareja; anteriormente, cualquier señal de enfermedad sería un gran desvío”. Seg{un el especialista, ahora podemos observar un cambio en nuestra psicología, ya que los cubr4ebocas ya no se asocian a algo del todo negativo o que provoque rechazo.
Y lo que todos pensaríamos: las mascarillas dejan los ojos al descubierto, haciendo que destaque la mirada. Así que la frase “los ojos son la ventana del alma” nunca había tenido más sentido.
Lewis aseveró que otros estudios habían encontrado que cubrir la mitad de la cara también hacía que las personas se vieran más atractivas, en parte porque el cerebro llena los espacios que faltan y exagera el impacto general.