Una sorprendente historia de amor ha remecido las redes sociales en los últimos días luego que se viralizara el testimonio de una mujer de la tercera edad quien cumplió el deseo de su fallecido esposo de casarse con su mejor amigo.
Se trata de la historia de Eileen, una mujer de 90 años, que hace pocos meses se casó con su mejor amigo tras el pedido de su esposo, Vince quien falleció a los 96 años y estuvo más de siete décadas casado con su esposa.
La historia la dio a conocer el hijo del matrimonio, Mike Triggs, quien escribió la historia en Facebook viralizándose en pocos días y asombrando a más de uno.
De acuerdo al deseo de Vince, quería que su esposa no hiciera duelo y se casara rápidamente con alguien que la amara tanto como él la amó en 71 años de matrimonio.
“Ese último día supo que estaba muriendo y expresó su gratitud por todas esas cosas. Pudo despedirse de mamá y de sus cuatro hijos y nos dijo lo mucho que nos amaba. Por extraño que podría sonar que también expresó su deseo de que mamá no pasara demasiado tiempo de duelo y era su deseo que en algún momento ella podría volver a casarse y poder compartir el resto de su vida con alguien que la cuidaría y amaría como él lo hice”, dice la publicación de Mike.
Así la mujer, pese a lo sorprendida que estaba con el deseo de su esposo, pensando incluso que se trataba de una broma, tomó nota de la insistencia de su hijo quien le pidió cumplir el deseo de su padre.
Fue así como la mujer se casó su mejor amigo, un hombre llamado Ron Fulton con quien contrajo matrimonio en diciembre de 2021.
“La vida continúa”
“Papá conoció a Ron el primer día que se mudó a la Reserva en Urbandale en abril de 2015 e inmediatamente desarrollaron una profunda amistad. Pronto descubrieron que ambos habían estado en el mismo tipo de negocio, ambos eran Shriners y Masons y eran dos tipos que nunca discutieron sobre política. La esposa de Ron era amiga de la madre también hasta que falleció en 2019 de una enfermedad perdura”, señala la carta de Mike.
“Él (Ron) le ayudó a limpiar el armario de papá, que frecuentemente tomaban café, compartían comidas, veían juegos de fútbol, iban a conciertos y han venido a disfrutar realmente el tiempo que pasaban juntos”, agrega.
“Aunque Ron nunca podrá reemplazar a nuestro padre o marido, la vida continúa y tiene sentido que ambos sean felices”, finaliza.
