Una viuda denunció que el cuerpo de su esposo, el cual fue donado a la ciencia, terminó siendo diseccionado en un show en vivo ante decenas de personas en Estados Unidos.
Según informa el portal The Advocate, David Saunders falleció en agosto pasado a los 98 años a causa de coronavirus.
El hombre, quien había sido veterano de la Segunda Guerra Mundial, quería donar su cuerpo a la ciencia, por lo que su viuda Elsie Saunders se contactó primero con la Universidad Estatal de Louisiana, pero se negaron debido al diagnóstico de covid.
Tras esto, se contactó con la compañía privada Med Ed Labs de Las Vegas, pensando que allí tendrían las mismas intenciones que la casa de estudios.
Sin embargo, desde dicho lugar vendieron el cuerpo a Death Science, quienes realizaron la “Exposición de rarezas y curiosidades” en un hotel en la ciudad de Portland. Allí, diseccionaron en vivo el cuerpo del hombre, en un show en vivo que contó con decenas de personas, las que llegaron a pagar hasta 500 dólares, poco más de 405 mil pesos.
Un periodista del portal King 5 investigó el evento, dándose cuenta que el cuerpo tenía un brazalete con el nombre de David Saunders, por lo que logró después contactarse con la mujer y revelándole lo ocurrido.
“En lo que a mí respecta, es horrible, poco ético y simplemente no tengo las palabras para describirlo. Tengo todo este papeleo que dice que su cuerpo se usaría para la ciencia, nada sobre esta comercialización de su muerte”, indicó Elsie.
Tras darse a conocer lo ocurrido, el gerente de Med Ed Obteen Nassiri afirmó que no tenía idea que Death Science vendería entradas para un evento de este tipo, indicando que nunca antes habían trabajado con dicha empresa.
“Respetamos a nuestros donantes y sus familias, y apreciamos su generoso regalo. Le dije a la Sra. Saunders: ‘lo siento, estoy de su lado’”, expresó.
Sin embargo el fundador de Death Science, Jeremy Ciliberto, aseguró que la firma si sabía para que sería utilizado el cadáver, indicando que suministraron el cuerpo y el anatomista que enseñó la clase, afirmando que tenían conocimiento además que el cuerpo sería utilizado en un evento cuyos asistentes “no eran exclusivamente estudiantes de medicina”.
Finalmente Greg Clark, propietario de Church Funeral Services, la empresa funeraria que preparó el cuerpo para transportarlo a Med Ed, manifestó su molestia por lo ocurrido, afirmando que dejaron de trabajar con dicha firma.
“Estamos muy tristes por su viuda porque estas no son sus intenciones”, concluyó.
