Los seres humanos somos responsables de los cambios que ha tenido el clima de la Tierra en los últimos siglos.
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Tenemos suficientes evidencias de que a partir de la Revolución Industrial, la temperatura promedio de la Tierra ha ido en aumento.
Eso porque el uso de combustibles como el carbón primero y después los derivados del petróleo, ha aumentado la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera.
[ Los efectos del cambio climático son irreversiblesOpens in new window ]
El dióxido de carbono es un gas de efecto invernadero: quiere decir que ayuda a conservar el calor de la atmósfera: así que más dióxido de carbono representa temperaturas más altas.
La principal consecuencia de esto ha sido entonces que tenemos un fenómeno conocido como calentamiento global, es decir que el planeta es más caliente ahora, comparado con la era preindustrial.
Desde que esto es evidente, se han intentado tomar muchas acciones para revertir esto y controlar el cambio climático. Pero, esperen, ¿qué estamos combatiendo: el cambio climático o el calentamiento global?
Fenómenos simples y complejos
Definitivamente el cambio climático y el calentamiento global están relacionados, pero no se refieren al mismo fenómeno. Incluso realmente el cambio climático no es un solo fenómeno, sino un conjunto de fenómenos relacionados.
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El calentamiento global sí es un fenómeno único al que además podemos medir: tenemos datos de las temperaturas de la Tierra desde hace siglos.
Esto porque la meteorología es una ciencia establecida desde hace muchos años que se dedica, entre otras cosas, a registrar ese tipo de datos. Incluso con técnicas indirectas se puede estimar las temperaturas de otras épocas en las que no hacíamos esas mediciones, o incluso en las que no existíamos los seres humanos.
Así podemos saber que la temperatura del planeta ha aumentado aproximadamente 1.2°C comparada con la que había a finales del siglo XIX, cuando la Revolución Industrial ya estaba plenamente instalada. A esto nos referimos cuando decimos “calentamiento global”.
Pero el cambio climático es algo mucho más complejo: no porque sea algo extremadamente complicado, sino justamente porque es resultado de una combinación de factores y fenómenos.
Síntomas y enfermedad
Podríamos ver al calentamiento global como un síntoma de una enfermedad. Por ejemplo, cuando tenemos fiebre, sabemos que eso no es nuestra enfermedad, iremos al médico y su diagnóstico no será “fiebre”, sino una enfermedad.
Si por ejemplo resulta que tenemos una infección de la garganta, esa enfermedad además nos causará otros síntomas además de la fiebre: dolor de garganta, de cabeza, quizá hasta malestares estomacales. Pero ninguno de esos síntomas es la enfermedad.
Considerando esta analogía, el calentamiento global es uno de esos síntomas de la enfermedad que sería el cambio climático.
Entonces resulta que el cambio climático tiene muchos más síntomas: aumento en el nivel del mar, por el derretimiento de los glaciares, periodos de sequía más prolongados, huracanes y tormentas más devastadoras.
Así como una infección de la garganta tendrá como origen algún microorganismo patógeno que causa todos esos síntomas, en el caso del cambio climático, el origen de todos estos males sería el aumento en la cantidad de gases de efecto invernadero.
Pero, a diferencia de una enfermedad infecciosa en la que la causa viene de algo externo, en este caso, los seres humanos nos provocamos este mal: con nuestro uso indiscriminado de combustibles fósiles. Podemos decir que sí es un mal autoinfligido, porque aunque los efectos le ocurran al planeta, nosotros mismos somos parte de él y sufrimos las consecuencias en incendios, inundaciones, sequías.
Y así como somos la causa, también deberíamos ser la solución. Pero debemos hacerlo pronto, porque ya no nos queda demasiado tiempo para actuar.