En Semana Santa, muchas familias optan por el pescado como protagonista de sus preparaciones. En las plazas de mercado es común ver puestos llenos de diferentes especies, pero no siempre es fácil saber cuál está realmente fresco. Con guía práctica, se puede hacer una mejor elección y disfrutar de un rico pescado en Semana Santa:
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Paso 1: Revísele los ojos
Un pescado fresco tiene los ojos grandes, brillantes y transparentes. Si están opacos, hundidos o con apariencia lechosa, es mejor seguir buscando. Los ojos pueden ser un símbolo de la frescura y del tiempo
Paso 2: Oler sin miedo
Un buen pescado no huele mal. De hecho, debería tener un aroma suave, como a mar o río limpio. Si se percibe un olor fuerte, ácido o amoniacal, lo más probable es que no esté en buen estado
Paso 3: piel firme y carne que rebota
Un truco sencillo es presionar suavemente el cuerpo del pescado con el dedo. Si la carne se hunde y no regresa a su forma original, puede estar pasada. Además, la piel debe estar húmeda, firme y brillante, no seca ni pegajosa, lo que significa que la sangre
Paso 4: Escamas bien pegadas
Una señal de frescura es que las escamas estén bien adheridas al cuerpo. Si se caen fácilmente o el pescado luce “pelado”, puede que haya pasado mucho tiempo desde que fue capturado.
Además, levantar una de las agallas y observar su color es otro truco clásico. Deberían ser rojas o rosadas y mantenerse húmedas. Si están marrones, grises o secas, es mejor no arriesgarse.
¿Cuáles son los precios del pescado en Semana Santa?
En Semana Santa suele llegar más variedad. Preguntar por el pescado local o de temporada puede ayudar a conseguir opciones más frescas y económicas. Además, muchas veces los pescadores artesanales ofrecen productos de mejor calidad.
Como es costumbre, el consumo del pescado se dispara por estos días, lo que hace que los precios aumenten en las plazas de mercado. En conversación con comerciantes de la Plaza de las Flores, ubicada en la localidad de Kennedy, nos indicaron que se estima que el incremento sea alrededor del 30% al precio habitual, esto también por los cambios climáticos, teniendo en cuenta que para principio de año en el verano fue más compleja la pesca.
La Plaza de Mercado de las Flores y en general las plazas de Bogotá, manejan una gran variedad de pescados, desde fresco a congelados. Los más consumidos durante la Semana Santa, según los comerciantes, son el bocachico, que por estos días tuvo un aumento de al alrededor de 7.000 pesos en comparación a su precio en diciembre. El bagre que subió alrededor de 8.000 pesos, la mojarra que paso de 11.000 a 15.000.