Luis Alfonso es uno de los cantantes más carismáticos de la escena popular, pues no solo se destaca por su talento musical, sino también por su encantador sentido del humor. Su habilidad para hacer reír a su público lo convierte en una figura entrañable en el mundo del entretenimiento. Ya sea en sus presentaciones en vivo o a través de sus redes sociales, Luis Alfonso siempre encuentra la manera de compartir anécdotas divertidas y momentos cómicos que reflejan su personalidad alegre y tan cercana a su público, este es uno de los aspectos que más mueve a la gente, el poder identificarse con sus artistas y figuras preferidas. Recientemente, el cantante proveniente de Popayán, estuvo en el pódcast ‘La Sala de Laura Acuña’ donde hablo en profundidad de su vida y los retos que debió pasar.
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El cantante inicio agradeciendo a la ciudad de Medellín, porque se convirtió en su hogar al estar su familia y también poder consolidar su carrera en la ciudad antioqueña, pero también hizo énfasis que desde pequeño empezó a trabajar y radicarse en diferentes ciudades, viviendo solo y siendo independiente, entre sus trabajos menciono que fue lechero, vendió gaseosas, zapatos, Bonice e incluso tuvo un puesto de venta de verduras. Solo hasta llegar a Cali en algún momento empezaría su carrera musical, al empezar a cantar en ferias e irse dando a conocer.
Una de las preguntas de Laura Acuña es que quizá la madre de Luis Alfonso vivió muy angustiada por todo el recorrido que tenía su hijo, estando de un lado para otro constantemente, a lo que él respondió que no la juzgaba, teniendo en cuenta que fue criada en una sociedad muy machista esto haciendo referencia a que no su mamá no estaba muy pendiente de él, pero que si se dejaba maltratar mucho por su pareja, siendo el padrastro del artista quien lo echaba de la casa de su propia madre.
“Mi padrastro llegaba borracho a la tres o cuatro de la mañana y me veía acostado, entonces le decía a mi mamá que me sacara de la casa, entonces yo amanecía en la calle” fueron las palabras de Luis Alfonso, indicando que solo era un niño y que por eso creo mucha afinidad con los habitantes de la calle quienes lo protegían y cuidaban en Popayán.