Las vacaciones son el momento perfecto para disfrutar del sol, el mar o la piscina. Sin embargo, este tipo de exposiciones pueden generar una serie de consecuencias para el cabello si no se toman las precauciones necesarias. Expertos en cuidado capilar alertan sobre los efectos nocivos que tienen los rayos UV, el agua salada y el cloro, que pueden causar sequedad extrema, quiebre y opacidad en el cabello.
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La sal del mar actúa como un deshidratante natural, dejando el cabello áspero y propenso al quiebre. Mientras que el cloro elimina los aceites naturales que protegen la fibra capilar, alterando su estructura y debilitándola, lo que incluso puede provocar tonos verdosos en quienes llevan tintes o decoloraciones. Estos efectos se agravan en cabellos porosos, finos, secos o rizados, que son más vulnerables por naturaleza.
¿Cómo cuidar el cabello en vacaciones?
1. Usar protectores capilares con filtro UV: Así como se debe proteger la piel con bloqueador solar, el cabello también necesita defensa contra los rayos UV. Existen productos específicos, como sprays, perfumes capilares y aceites con filtro solar, que ayudan a prevenir la resequedad y la pérdida de color en el cabello teñido.
2. Hidrate el cabello antes y después del contacto con el agua: Antes de sumergirse en el mar o la piscina, es importante aplicar un acondicionador sin enjuague o aceite capilar. Esto crea una barrera protectora que minimiza los efectos del cloro y la sal. Además, se recomienda complementar esta rutina con una mascarilla hidratante como la Ancestral de la Poción al menos una vez por semana para restaurar los nutrientes perdidos.
3. Enjuague inmediatamente después de nadar: El cloro y la sal pueden ser corrosivos si permanecen demasiado tiempo en el cabello, debilitando su estructura y provocando sequedad y quiebre. Enjuagarlo con agua dulce fría tan pronto salga de la piscina o el mar es clave para evitar daños mayores, ya que ayuda a eliminar los residuos acumulados y cierra la cutícula del cabello, conservando su hidratación y brillo natural. Además, este paso prepara el pelo para recibir productos hidratantes o reparadores que potencien su recuperación tras la exposición.
4. Recoger el cabello y cubrirlo: Se sugiere usar peinados como trenzas o moños para minimizar el contacto con el agua salada o clorada, ya que estos estilos ayudan a proteger la fibra capilar y reducir el riesgo de enredos o quiebres.
5. Evite herramientas de calor: Durante las vacaciones, se recomienda reducir el uso de planchas, rizadores y secadores, ya que el cabello ya estará expuesto a condiciones extremas como el sol, la sal y el cloro, que tienden a deshidratarlo y debilitarlo. Añadir calor solo agravará la resequedad y la fragilidad, aumentando el riesgo de quiebre y puntas abiertas. En su lugar, utilice productos como cremas para peinar o aceites capilares que realcen su forma sin dañarlo. De ser necesario usar herramientas de calor, asegúrese de aplicar un protector térmico para minimizar el impacto.
