Una de las obras maestras del gran Gabriel García Márquez, como lo es ‘Cien Años De Soledad’ llegó el pasado 11 de diciembre a la plataforma Netflix y desde ese entonces se ubica en el top de las producciones más vistas en esa plataforma.
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La serie narra la historia de los Buendía a lo largo de siete generaciones en el pueblo ficticio de Macondo, así como la creación, evolución y su decadencia. Junto a otros vértices como la soledad, la guerra, la opresión, la lujuria, la tristeza del olvido, la belleza cotidiana, y la magia escondida en el mundo.
Tras su estreno la serie ha atraído a miles de seguidores en el mundo que no solo aplauden las actuaciones, sino que las nuevas generaciones se han interesado el libro y su creador.
Recientemente en la red social Instagram se publicó un extracto de lo que fue años atrás una entrevista de ‘Enviado Especial’ que tuvo como invitado a Gabriel García Márquez en la que reveló lo que tuvo que sacrificar para que ‘Cien Años De Soledad’ viera la luz.
Curiosidades de ‘Cien Años De Soledad’ de Gabriel García Márquez
Gabriel García Márquez escribió ‘Cien Años De Soledad’ entre 1965 y 1967, una época que reveló en ese entonces que no era fácil, porque no tenía dinero, y era la antítesis de su poder de creación porque “estaba escribiendo como un tren que es lo mejor que le puede suceder a un escritor”.
Indicó que cuando vio que ‘Cien Años De Soledad’ se venía y no la detenía nadie, le pidió a su Mercedes que se encargara, y que sus hijos lo recordaban en el proceso de escritura como un hombre que no salía del cuarto, y allí pasó 18 meses, cuando él creía que era el ser más sociable del mundo.
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“Salí una vez cuando Mercedes me dijo que no había nada que hacer, que ya había llegado al fondo, entonces yo tenía un carro y lo llevé al Monte de Piedad, y lo empeñé y le traje a Mercedes la plata y le dije ‘’mira aquí tienes como para 10 años” y duró tres meses. Y seguí escribiendo, recuerdo que, en mitad de camino, el dueño de la casa llamó a Mercedes y le dijo ‘señora, ustedes deben tres meses de casa’”, reveló Gabriel García Márquez.
Precisó que su esposa tapó el teléfono para preguntarle cuánto tiempo le faltaba para terminar el libro, y este le respondió que seis meses. Por lo que Mercedes le dijo al dueño que le deberían seis meses más y se comprometieron a pagar el total en ese tiempo, y no por el libro, sino por otras cosas en la que tuvo que trabajar para salir de la deuda.
“El día que lo terminé nos fuimos al correo Mercedes y yo, eran 700 páginas, entonces lo pesaron y dijeron que costaba 83 pesos de México a la Argentina. Y Mercedes me dijo ‘no tengo sino 45′. Le dije, mira muy fácil, partí el libro por la mitad, y le dije ‘péseme este libro hasta 45 pesos’. Y las mandé y nos quedamos con el resto. Entonces nos fuimos a la casa y Mercedes sacó lo último que faltaba por empeñar: el calentador que yo usaba para escribir, porque yo puedo escribir en cualquier circunstancia menos con frío, el secador que usaba para la cabeza y la batidora para hacerle los jugos de fruta a los niños. Se fue con eso al Monte de Piedad y le dieron unos 50 pesos”, contó Gabriel García Márquez.
Recordó que regresaron al correo con el resto de las páginas y que al pesarla el costo era 48 pesos, por lo que le devolvieron 2 pesos y que al salir vio la cara de Mercedes muy molesta y que le dijo “ahora lo único que falta es que esta novela sea mala” apuntó Gabriel García Márquez con risas.
Es de recordar que Gabriel García Márquez es uno de los nombres más importantes e influyentes de las letras universales al ser la máxima figura del llamado “realismo mágico”, en el que historia e imaginación tejen el tapiz de una literatura viva, que respira por todos sus poros, fue el creador de uno de los mundos narrativos más densos de significado que ha dado la lengua española.
Además de novelista, fue reconocido como cuentista, periodista, crítico cinematográfico, autor de guiones y, de manera muy particular, como un hombre comprometido con los grandes problemas de su tiempo que en 1982 obtuvo el Premio Nobel de Literatura.