Hablar de los movimientos sociales siempre es complicado, pues son varios los conceptos que hay que tener en cuenta para abordar las violencias de las que las mujeres son víctimas, y que, en ocasiones, costaba conceptualizar. Por esta razón se creó el concepto de interseccionalidad: una herramienta analítica que reconoce que las desigualdades sociales se producen por la combinación de múltiples factores, como el género, la etnia, la clase, la edad, la discapacidad, la orientación sexual, la religión y la nacionalidad.
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Aunque la teoría trata de explicarlo, quienes no están muy sumergidos en estos conceptos pueden perderse en las palabras. Es aquí donde nace Sentiido, una organización que intenta comunicar e informar sobre derechos trans, de género y de diversidades, utilizando herramientas como el periodismo, investigaciones y talleres. En Publimetro entrevistamos a Li Cuellar, directora y cofundadora de la organización, quien nos habló sobre el proyecto ‘Transpoderoses’, un juego de cartas que pone en la mira a mujeres trans o personas de género fluido que han sido parte de la historia, además de retar a amigos, familias y compañeros de trabajo a hablar de las violencias que a veces ejercemos sin darnos cuenta, con el fin de crear espacios más seguros para todas las personas.
¿Cómo fue el proceso de creación de Transpoderoses y con qué propósito nació la baraja de cartas?
Desde 2021, Sentiido desarrolla el proyecto Transfeminismos en América Latina, enfocado en producir conocimiento, investigar y mapear liderazgos e iniciativas transfeministas en la región. Buscamos contrarrestar los discursos TERF y de odio hacia las personas trans, no investigándolos, sino visibilizando las iniciativas que amplifican las voces trans, reflexionan sobre la inclusión y promueven posturas claras contra la transfobia.
En Sentiido insistimos en que las organizaciones de mujeres y LGBTIQ+ deben posicionarse firmemente frente a la exclusión trans, especialmente frente a grupos que, aunque se autodenominan feministas, marginan a estas comunidades. También desarrollamos un glosario para explicar conceptos clave como cisgénero, drag o teoría decolonial, e integrarlo en un juego educativo. En el lanzamiento, vimos cómo el juego promovía el aprendizaje, el diálogo y las reflexiones sobre las posturas de los participantes hacia lo trans. Al reunir personas de diversos sectores, surgieron conversaciones profundas que ayudaron a identificar y cuestionar ideas transfóbicas, fomentando un diálogo inclusivo, que es uno de los pilares de Sentiido.
¿Por qué es importante incluir espacios de diálogo en las luchas sociales?
El diálogo es parte esencial de Sentiido. Desde su fundación, hemos buscado que el periodismo no solo informe, sino que también fomente conversaciones sobre temas difíciles. A través de herramientas como talleres, cómics y juegos, hemos aprendido que para llegar a más personas es necesario adaptar el lenguaje técnico a uno más accesible y cotidiano.
Por ejemplo, en proyectos como El Tío Jairo o los cómics con Una Reina del Drama, utilizamos términos coloquiales que, aunque técnicos, permiten conectar con audiencias diversas, incluidas las familias de personas trans. Este enfoque ayuda a que conceptos sobre diversidad y derechos humanos sean comprendidos, fomentando empatía y diálogos significativos. En este proceso, hemos aprendido a usar términos más accesibles sin perder la precisión técnica. A menudo, los movimientos sociales caen en el error de utilizar expresiones como “heterocis patriarcado” o “tránsito de género”, que pueden resultar complicados para quienes no están familiarizados con el lenguaje. Aunque es necesario mantener la precisión técnica en contextos especializados, también debemos adaptar nuestra forma de comunicarnos para facilitar la comprensión.
¿Cómo la desinformación puede ser un peligro para las diversidades sexuales y cómo la combate Sentiido?
Es fundamental reflexionar sobre cómo nuestras palabras y acciones pueden cambiar para ser más acertadas, dejando de lado comentarios violentos o ignorantes. La mayoría de los actos discriminatorios no provienen de una intención premeditada, sino de un sistema que ha normalizado prácticas y discursos violentos, como los chistes hacia personas LGBTIQ+, racializadas o con discapacidad. Este sistema perpetúa privilegios y exclusiones, y romper con él requiere cuestionarnos constantemente.
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En Sentiido creemos en el poder de la pedagogía y el diálogo para cambiar estos patrones. No todos tienen la paciencia para enseñar, pero quienes queremos hacerlo buscamos transformar nuestras experiencias personales en herramientas de aprendizaje. Por ejemplo, aunque el racismo no me atraviese directamente, lo he asumido como una causa para cuestionar mis propios privilegios y desaprender actitudes racistas que la sociedad me enseñó. Este proceso, aunque complejo, me ha ayudado a empatizar con personas que enfrentan discriminación desde otros frentes, como la homofobia o la transfobia.
En nuestras charlas, invitamos a las personas a reflexionar sobre detalles cotidianos que normalizan violencias, como los stickers de WhatsApp. Les pedimos revisar cuántos de ellos se burlan de cuerpos gordos, personas racializadas o problemas de salud mental. Aunque estas ‘bromas’ pueden parecer inofensivas, reproducen estigmas y hieren profundamente. Invitar a otros a cuestionar estas prácticas es un primer paso para generar cambios y abrir diálogos significativos.
¿Cuál es la visión de Sentiido sobre la inclusión de los transfeminismos en la lucha contra la violencia de género?
Este es un tema crucial y desafiante. La violencia de género, el acoso sexual y la violencia sexual afectan a toda la sociedad. Un claro ejemplo de esto es cómo un individuo con acusaciones serias de violencia y acoso sexual puede llegar a ser elegido presidente de Estados Unidos, incluso con el 52% de los votos de mujeres blancas. Esto refleja una permisividad colectiva ante la violencia y una falta de conversaciones claras sobre las líneas delgadas del acoso. Es fundamental incluir a los hombres en esta discusión, ya que muchos no saben cómo comportarse sin cruzar la línea entre coquetear y acosar. Es necesario tener estas conversaciones incómodas, pero productivas.
En cuanto a la inclusión de las personas trans, ya no es un tema de discusión; deben estar presentes en la conversación. Sin embargo, el problema sigue siendo que ciertos grupos, como los TERF, siguen difundiendo desinformación y movilizando a la gente con miedo. Las personas trans, especialmente las mujeres trans, enfrentan niveles alarmantes de violencia, y aunque las cifras cambian, el transfeminicidio sigue siendo una realidad grave y constante. Las mujeres trans, en particular, enfrentan violencia sistémica, desde la policía hasta la familia.
En Sentiido, estamos creando proyectos como cómics y juegos educativos que buscan acercar estos temas al público de manera atractiva y accesible. Queremos que la gente comparta estos contenidos, especialmente con sus familias. Aunque no estamos vendiendo los juegos, nos gustaría que organizaciones de la sociedad civil los utilizaran para generar diálogos y reflexiones sobre estos temas, tanto en grupos de amigos como en el entorno laboral y familiar.
Si hay algo que destaca en Sentiido es su capacidad para convertir la pedagogía en juegos, cómics, memes y conversaciones, a veces incómodas, pero necesarias, para crear ambientes cada vez más seguros. Las palabras pueden ser violentas, pero como personas tenemos la capacidad de mejorar, ser más acertados en nuestras acciones y desaprender lo que una sociedad violenta nos ha inculcado.
Hoy, en el Día de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, es fundamental incluir la realidad de las mujeres trans, que a diario enfrentan violencia. Según un informe de la Defensoría del Pueblo, este año, 200 personas transgénero han sido víctimas de violencia por prejuicio en Colombia, y 26 de ellas eran mujeres trans que han perdido la vida. Espacios como Sentiido pueden ser fundamentales para cambiar esta cruda realidad.