Desde su separación en 2022, el comediante Alejandro Riaño y su exesposa, María Manotas, han mantenido una relación cordial y enfocada en el bienestar de sus tres hijos. Sin embargo, recientemente, María sorprendió a sus seguidores al anunciar que había tomado la decisión de transformar el anillo de bodas que le dio Riaño en un collar para su hija mayor, Matilde. En una publicación en redes sociales, compartió que fundió el anillo y aprovechó el diamante original, dándole un nuevo significado como símbolo de amor familiar en lugar de un vínculo matrimonial.
Exesposa de Alejandro Riaño transformó su anillo de bodas y lo fundió
La empresaria y diseñadora compartió emotivamente la noticia en Instagram, acompañándola con un mensaje reflexivo: “Lo que alguna vez simbolizó el amor de pareja hoy es el símbolo de nuestro amor más grande! Nuestros hijos ”. Con estas palabras, María quiso transmitir la transformación de ese símbolo de amor pasado en algo que representa su compromiso con sus hijos y el amor incondicional que les une como familia, aun después del divorcio.
María también se mostró bastante contenta por la ayuda que recibió en el diseño de esta nueva pieza de joyería, algo que llevaba tres años pensando en hacer. Al fin, logró materializar su deseo y convertir lo que una vez fue un anillo de bodas en un collar significativo, lleno de recuerdos y nuevas intenciones. Esta transformación simboliza el proceso de cambio que ambos han experimentado en su relación y en sus vidas.
El regalo a su hija Matilde tiene un valor especial, ya que María deseaba que ella tuviera un recuerdo de sus padres, adaptado a las circunstancias actuales. La joya transformada es ahora un recuerdo tangible de amor y compromiso, algo que Matilde podrá atesorar durante toda su vida. Este gesto muestra cómo los objetos pueden adquirir nuevos significados cuando se les da una intención diferente, en este caso, el de reforzar el vínculo de una madre con sus hijos.
La publicación de Manotas provocó reacciones diversas, ya que muchos seguidores compartieron sus propias experiencias sobre qué hicieron con sus anillos de boda tras un divorcio o separación. Este gesto de María ha sido ampliamente aplaudido como un ejemplo de cómo transformar una historia de vida y amor en algo positivo, adaptándose a las nuevas realidades y manteniendo siempre el amor hacia los hijos como eje central.