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Libro: ‘Mucho amor acaba con el amor’, una conversación más allá del papel

“Cuando uno es escritor, tiene un deber con la sociedad, intentar despertar conciencias”, fue el valioso mensaje que nos dejó su autor en entrevista con Publimetro Colombia

Mucho amor acaba con el amor, libro de Wilson Moreno Palacios
Wilson Moreno Palacios Foto: Helber Vargas

A las 11:05 a.m, del pasado lunes 21 de octubre, llegó un mensaje a mi celular, un escrito del que anticipaba su llegada, ya que se había pactado una cita días antes. Me dirigí con el respectivo pin a abrir la puerta de Publimetro Colombia al escritor Wilson Moreno Palacios y su acompañante, le estreché la mano, y mientras arreglábamos luces, cámaras y micrófonos para la entrevista con mi compañero Helber Vargas, -quien por cierto estaba ansioso por su grado de profesional-, en mi mente rondaba el título del onceavo libro de Moreno, ‘Mucho amor acaba con el amor’.

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Antes de darle ‘play’ a la grabación y mientras hacíamos la prueba de sonido, le comenté a Wilson, un colombo-francés, nacido y criado en Turbo, Antioquia, que era la primera vez que me acercaba a una de sus obras, pero que en la investigación previa había recogido varios detalles sobre su carrera en las tintas, algunos de ellos relacionadas con las temáticas de sus creaciones, en las que ha enfatizado en la violencia de género, la eutanasia, la infidelidad, entre otros.

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Mucho amor acaba con el amor, libro de Wilson Moreno Palacios
Wilson Moreno Palacios Foto: Helber Vargas

‘Helbercito’ dio el ‘ok’ para dar inicio a la captura de imágenes, yo hice la presentación de la sección, pero tuve un error en mi bienvenida, al que se le dio corrección para inmediatamente pedirle a Moreno Palacios que pusiera la mano sobre la portada de su libro, en la que aparece la cara y silueta de la actriz Lorena Meritano, para que eligiera un número del 1 al 100. Eligió el 31, correspondiente a una de las páginas de su ejemplar, en la que se habla del asesinato de una menor, y nos fue inevitable a los presentes no lamentar el reprochable crimen de Sofía Delgado en Candelaria, Valle del Cauca, luego de que Wilson leyera:

“Con el sonido del agua sigo a una escoria más de esas que se sirven de su estatus y riqueza para violar niñas indefensas cuyas familias nunca podrían contratar los servicios de un buen abogado. Y por si el martirio padecido no fuera suficiente, días después se hallaban en un basurero público los cuerpos desnudos de aquellas exvírgenes que ni siquiera habían tenido el derecho de crecer menos aún de soñar en un país sin oportunidades para los mal llamados pobres; estaba convencido de haberle hecho un favor enorme a la sociedad”

Este fragmento dio pie a que Moreno Palacios desglosara varias de las aristas temáticas que se encuentran dentro de ‘Mucho amor acaba con el amor’, libro que no solo me atrapó por la necesidad que crea de conocer las razones que llevaron al narrador a asesinar a Peggy, o por el interactivo y magnífico recurso de incorporar la historia de ‘Que tiren la primera piedra’, (otra de sus obras), en este texto; también por el aporte social que quiere dejar Wilson en cada una de sus historias.

Mucho amor acaba con el amor, libro de Wilson Moreno Palacios
Wilson Moreno Palacios Foto: Helber Vargas

“Cuando uno es escritor, tiene un deber con la sociedad, intentar despertar conciencias. (...) En este libro ciertamente hablamos del feminicidio, pero también tocamos temas relacionados con la crianza de los hijos, de este acto del que no hay recetas mágicas; precisamente en esta obra encontramos a un personaje que le reprocha mucho a sus padres por nunca tener tiempo para él, con la excusa de que están trabajando para su futuro, pero, ¿De qué sirve pensar en el futuro si no vivimos el presente?”, me comentó Wilson sin siquiera tartamudear en sus expresiones.

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“Es un libro que me ha costado mucho escribir, aún sigo inmerso en sus letras porque este caso lamentablemente le puede ocurrir a cualquier persona. Aquí se demuestra la teoría de que todos los excesos son dañinos, si tenemos que amar, pero también debemos darnos nuestros propios espacios. (...) Es un libro que hay que tener en casa, del que se puede abrir una sana discusión, vas a encontrar temas políticos, literarios, futbolísticos, es una novela con muchas aristas y cercanas a la audiencia”, añadió el hombre que desde ahora hará parte del listado de personajes que llegan al diario gratuito más grande del mundo para ser parte de ‘El Invitado’.

La conversación permeó cada rincón de la oficina de Alejandro Pino, dónde se estaba realizando la entrevista, y sobre el escritorio se tocaron otros temas que van más allá de las palabras plasmadas en el papel. Wilson y este servidor, (Osgaro u Osqui), como me quieran decir, se enfocaron en hablar de la experiencia de lectura, la cual aparece desde el vibrante tono rosado debajo de la portada, y del verde manzana de la contraportada, y se traslada a otros recursos como el cambio del tamaño de la tipografía; a lo que se le sumó un trágico desenlace del que ya se tenía conocimiento desde la primera página, pero del que más allá del crimen deja una revelación que me hizo y le hará explotar la cabeza.

Se apagaron los focos y tras la admiración mutua que se evidenció entre escritor, periodista y videógrafo, Wilson fue corriendo a su maleta para darnos dos obsequios. A Helber, uno de los tomos del libro en cuestión y a mí su cuento ‘La única calle de mi barrio’, en el que está inmerso ‘El pez millonario’, un relato en el que las escamas de un pescado, le dieron la fortuna a muchos de ganarse una ‘platica’ en el chance, incluso a la mamá de Moreno, ya que sobre su viscosa vida se plasmó la silueta de un número ganador.

Moreno Palacios salió de la redacción y mientras tanto me quedé pensando en el buen momento que me brindó el leer su novela, el cual quisiese lo vivieran muchos de ustedes, queridos lectores, y podrán hacerlo yendo a su librería más cercana a comprarlo. Mientras tanto decidí trasladarle este mandato de felicidad a mi compañero Julián Alzate, periodista de mi alma mater, la Universidad Distrital, al que con cariño llamamos ‘Chiquito malo’, mismo al que le compartí mi edición especial de ‘Mucho amor acaba con el amor’, eso sí, con carácter devolutivo; porque las experiencias y la buena lectura deben ser compartidas.

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