Camilo le dejó saber a sus fanáticos que durante una fiesta de disfraces terminó viviendo lo que él consideró “una pesadilla”, no solo compartiendo la historia de este suceso sino también mostrando en un video el justo momento en el que sintió terror. Además compartió cuál fue el disfraz que tanto él como su esposa, Evaluna Montaner, escogieron para esta reunión.
El joven se ha mantenido ocupado durante las últimas semanas a propósito de su nueva gira por Estados Unidos, cantando junto a sus seguidores los temas de su más reciente álbum, ‘Cuatro’, el cual terminó llevándose el triunfo en la categoría de Álbum Tropical del Año en los Premios Billboard de la Música Latina de este año.
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Sin embargo, el cantante encuentra algo de tiempo para compartir con sus seguidores fuera de los escenarios, utilizando sus redes sociales para mostrar varias de sus facetas, en especial las de esposo, papá e hijo.
Pero también le gusta mostrar otros aspectos más personales, como un curioso detalle durante una fiesta de disfraces que organizó hace unas semanas, juntando a varios amigos y familiares en una velada diferente.
En el clip compartido en Instagram se puede ver que Camilo y Evaluna decidieron hacer un disfraz en pareja, ya que él decidió personificar al famoso fontanero de los videojuegos de Nintendo, Mario, mientras que ella se vistió como su interés romántico, la princesa Peach.
Sin embargo, el colombiano confesó que terminó viviendo una pesadilla en su propia fiesta, no por un accidente o un mal rato, sino porque uno de sus invitados terminó llevando el mismo disfraz que él, pero un poco mejorado.
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Camilo reaccionó a su “pesadilla” durante la fiesta
A través del video de Instagram, el músico dejó ver que quedó asombrado al ver cruzar por la puerta a otro invitado disfrazado de este famoso personaje de Nintendo, aprovechando la oportunidad para indicar que esto representaba una “pesadilla” para él .
“Está pasando la peor pesadilla de una fiesta de disfraces: que haya alguien más con bigote y con el mismo disfraz”, dijo Camilo mientras estaba al lado del invitado que también decidió vestirse como Mario.
Acto seguido aprovechó para comparar su disfraz con el del invitado, dejando ver que el suyo no estaba tan bien producido: “el gorrito nos lo peleamos, pero luego vea: guantecito, y el mío es un overol mío, y el de él es un overol de Mario, pancita de Mario”.
