Hace pocas semanas se estrenó en Estados Unidos la temporada 36 de la serie animada de “Los Simpson” con un episodio que tuvo entre sus estrellas invitadas a John Cena, Conan O’Brien, Danny DeVito y Tom Hanks.
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Y a la espera que esta nueva temporada llegue al servicio de streaming de Disney Plus (donde se puede ver la serie completa), nace la pregunta: ¿Por qué hay millones de personas que relacionan todo lo cotidiano con esta mítica serie animada?
El fenómeno cultural de Los Simpson
Sin importar el contexto, la seriedad del caso o la formalidad de la conversación, siempre, de alguna manera, hay alguna referencia a un episodio de la serie creada por Matt Groening y que en nuestro país se popularizó en 1991 en las pantallas de Canal 13, donde en pocos años se convirtió en uno de sus programas emblemas.
“Como todos los productos de la sociedad, donde los medios de comunicación de masas son centrales, existen productos culturales que se instalan como vehículos de identificación”, indica Antonio Letelier, psicólogo y académico de la Escuela de Psicología de la Universidad de Santiago (Usach).
“Los Simpson sintetizan la vivencia imperfecta del individuo que vive en una sociedad neoliberal. Dan cuenta del malestar de ese sujeto porque no representan a la ‘familia ideal’, sino más bien una carencia, un síntoma, la transvaloración de las sociedades capitalistas”, asegura el psicólogo clínico.
Para Letelier, el personaje de Homero Simpson es quien simboliza esta relación. “Es un antihéroe. Diría que representa un discurso performativo disfrazado de crítica. Se burla del malestar, pero termina siendo un producto conservador”, explica.
Este fenómeno identificado por el profesional viene respaldado por una encuesta realizada por la cadena televisiva Fox en México, Brasil y Argentina, en donde quedó reflejada la existencia de una “Generación S”. Una que peculiarmente une a las generaciones de los Baby Boomers, X, Y y Z, aunque la primera es fanática de la serie.
En dicho sondeo se señala que a los integrantes de esta generación “los une un sentido del humor absurdo, un tanto intelectual y alimentado por el más puro y resistente material simpsoniano: referencias, códigos y chistes internos”.