Ya son 33 años los que acumula en su caminar el cantante caldense Yeison Jiménez, de los cuales 15 le ha dedicado a su pasión más grande, la música, profesión que lo ha llevado a cumplir varios de sus sueños, pero que también le ha generado varios ‘cacharros’; dentro de ellos que su equipo de trabajo creyera que lo habían secuestrado por una grave confusión. Acá le contamos la historia.
Jiménez es muestra viviente de que con trabajo duro y dedicación se puede lograr cualquier cosa que se proponga, pensamiento que lo llevó a pasar de ser un vendedor de aguacates en la plaza de Corabastos en Bogotá; a triunfar en grandes escenarios de Colombia y el extranjero.
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En este trayecto a la gloria, una de las ciudades que más ‘camello’ le dio a Jiménez en temas de conciertos fue la ‘capital de la montaña’, urbe en la que años atrás vivió todo un dolor de cabeza luego de que su equipo de trabajo creyera había sido secuestrado; historia que el intérprete de ‘Ni tengo ni necesito’, reveló en su pódcast ‘Camino al éxito’:
“Yo venía muy cansado y cantaba en Medellín y yo siempre me quedaba en un hotel que se llamaba “de tal forma”, para no decir el nombre. Resulta que ese día la reserva me la hicieron en un hotel que se llamaba exactamente igual, solo que le cambiaba una palabra. Yo llegué al hotel que me reservaron, me acosté a dormir; siempre me tomaba valeriana, o algo para descansar, porque a mí siempre me despiertan”, reveló Yeison.
“Pues resulta que eran la 1:50 a.m y yo me despierto porque sabía que donde cantaba cerraban a las 2:30 a.m. (...) Cuando prendo el teléfono, porque yo siempre lo apago, tenía 70 llamadas perdidas y me estaba buscando la Policía, porque creían que me habían secuestrado. Resulta que el equipo de trabajo se había ido a despertarme al otro hotel, pensando que yo estaba allí”, complementó.