La serie “Monstruos” de Netflix, dirigida por Ryan Murphy, es una llamativa producción que hasta el momento ha explorado dos casos mediáticos en Estados Unidos sobre asesinatos. Este proyecto fusiona elementos de terror y drama, donde se adentra en las complejidades de los personajes y sus entornos, ofreciendo una mirada profunda y a menudo inquietante sobre la naturaleza humana. La dirección de Murphy, conocido por su estilo audaz y su habilidad para contar historias provocativas. No obstante, con la nueva temporada, el director está siendo fuertemente criticado, por la mirada tan particular en la que plasmo la historia de los hermanos Menéndez, quienes asesinaron a sus padres en 1989.
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La primera entrega de “Monstruos” se centra en la vida de Jeffrey Dahmer, uno de los asesinos en serie más infames de la historia. La serie explora su infancia, su desarrollo psicológico y los crímenes que cometió, ofreciendo una visión profunda de sus motivaciones y del contexto social que lo rodeaba. A través de esta narrativa, se examinan las fallas en el sistema judicial y las dinámicas de la sociedad que permitieron que sus actos pasaran desapercibidos durante tanto tiempo. Esta fue protagonizada por Evan Peters, siendo rotundo éxito, pues Murphy logró que los espectadores empatizaran con el asesino.
Esta vez la serie volvió con el caso de los hermanos Menéndez, Lyle y Erik, quienes infamemente asesinaron a sus padres en 1989, a grandes rasgos, la producción trata de explorar la compleja historia detrás del crimen, incluyendo las dinámicas familiares y las experiencias de abuso que los hermanos alegaron haber sufrido. A través de una narrativa cautivadora, se profundiza en el juicio mediático que rodeó el caso, así como en el impacto que tuvo en la sociedad estadounidense. Sin embargo, las críticas cada vez son más, pues el mismo Erik Meléndez se manifestó públicamente indicando que esta interpretación es “vil y escandalosa” porque muchas cosas no sucedieron así:
“Es triste saber que la representación deshonesta de Netflix de las tragedias que rodearon nuestro crimen han retrocedido dolorosamente en el tiempo, de vuelta a una época en la que la fiscalía construyó una narrativa sobre la creencia de que los hombres no eran víctimas de abuso sexual”, escribió uno de los hermanos. Asimismo, uno de los aspectos que más se ha mencionado es la supuesta relación incestuosa que quedo plasmada en pantalla, indicando que había una sexualización fuerte de los personajes.
Frente a estas acusaciones, el director Ryan Murphy indicó el 60% de la producción se centra en las experiencias de abuso y victimización de Erik y Lyle Menendez, mostrando cómo les afecto emocionalmente estos eventos.
