En medio del remolino de recuerdos y homenajes que han surgido tras la partida del legendario cantautor vallenato Omar Geles, una historia peculiar ha capturado la atención de los amantes de la música latinoamericana. Esta historia, que involucra al ícono del rock argentino Gustavo Cerati, líder de Soda Stereo, arroja luz sobre un encuentro musical único que tuvo lugar hace algunos años.
Con la reciente partida de Omar Geles, quien dejó un legado imborrable en la música vallenata, han salido a flote numerosas anécdotas que ilustran la trascendencia de su obra en diversos rincones del mundo. Sin embargo, una de las más sorprendentes tiene como protagonista a Gustavo Cerati, cuya admiración por la música colombiana quedó plasmada en un curioso episodio.
Según relatos recientes, durante una visita a Colombia, Cerati decidió celebrar el cumpleaños de uno de los miembros de su equipo de producción contratando un conjunto vallenato. Los músicos colombianos, expertos en el género, deleitaron a los presentes con interpretaciones de clásicos como “La gota fría” y “Los caminos de la vida”.
Fue precisamente esta última canción la que provocó una peculiar reacción en Cerati. Al escucharla, el músico argentino exclamó, según testigos presenciales: “¡Ah, mira, la canción de Los Fabulosos, boludo!”. Sin embargo, entre risas, uno de los músicos colombianos del grupo corrigió a Cerati, explicándole que se trataba de un reconocido vallenato, no de una composición de Los Fabulosos Cadillacs como había supuesto.
La confusión de Cerati es entendible, dado que “Los caminos de la vida” fue popularizada por el grupo Los Fabulosos Cadillacs, liderado por Vicentico, en su álbum “Los rayos”, lanzado en 2004. Esta canción, escrita por Omar Geles, se convirtió en uno de los mayores éxitos de la agrupación y contribuyó significativamente a la difusión del vallenato fuera de Colombia.
Esta breve confusión Omar Geles y Gustavo Cerati, aunque fugaz y marcado por una simpática confusión, refleja la universalidad de la música y cómo artistas de diferentes géneros y nacionalidades pueden encontrar puntos de conexión a través de su pasión compartida. Aunque ambos artistas ya no estén físicamente entre nosotros, su legado musical perdura y sigue inspirando a nuevas generaciones de músicos y oyentes.
Trágicamente, Gustavo Cerati falleció el 4 de septiembre de 2014, después de permanecer en coma durante más de cuatro años debido a un accidente cerebrovascular sufrido tras un concierto en Caracas, Venezuela. A pesar de los esfuerzos médicos, Cerati nunca recuperó la consciencia, dejando un vacío en el mundo de la música que aún se siente profundamente.
La historia de estos cantantes, aunque pasajera, permanece como un testimonio de la magia efímera, pero perdurable, que puede surgir cuando la música trasciende fronteras y prejuicios, uniendo a personas de diferentes culturas y tradiciones en un mismo ritmo armonioso.
