‘Epa Colombia’ denunció una serie de malos tratos por parte del personal de una clínica, indicando que tanto ella como su bebé no fueron atendidas de la mejor manera, razón por la cual ella decidió “salir corriendo” del sitio y contar parte de los sucedido a través de una serie de historias de Instagram.
La empresaria no ha dejado de compartir contenido en relación a su nueva vida como mamá desde que finalmente dio a luz hace poco más de un mes, mostrando varios detalles de su faceta maternal en el proceso, desde los momentos en los que arrulla a su niña hasta hablar sobre algunos de los efectos secundarios que ha experimentado.
Y si bien la joven se ha pronunciado sobre varios momentos felices de esta etapa, en una serie de historias de Instagram contó que las cosas no siempre tienen este tinte, indicando que durante una de sus visitas a la clínica, tanto ella como su hija sufrieron algunos maltratos de parte del personal médico.
A través de diferentes videos, Epa Colombia contó que ciertos miembros del personal médico de la clínica tuvieron pequeños descuidos con ella, asegurando que no tuvieron algunas atenciones con su cuadro de salud.
Seguidamente indicó que las cosas escalaron un poco porque una enfermera se enfocó en su hija, asegurando que la bebé estaba “amarilla”, razón por la que debían sacarle sangre. Pero cuando la enfermera procedió a buscarle la vena a la niña, tal parece que lo hizo de una manera brusca, al punto que la empresaria termino exaltada.
“Me dieron unas ganas de llorar, sentí que me atacaron horrible”, dijo la influencer mientras aseguraba que desde que nació siempre ha buscado el bienestar de su bebé.
Lea también: Feliz y bien acompañada: así celebró ‘Epa Colombia’ su primer año como mamá
Epa Colombia asegura que su hija no estaba “amarilla”
En el mismo clip, Epa Colombia le pidió al doctor que le diera de alta a ella y a su bebé después de ver cómo la enfermera estaba tratando a su hija, queriendo evitar que la situación escalara un poco más.
Y de acuerdo con su testimonio, cuando llegó a su casa abrió las ventanas para tener mejor iluminación y poder observar a su hija, asegurando que ella no estaba “amarilla” como le había comentado la enfermera.
En la misma historia también mostró cómo quedó su mano por la cantidad de medicamentos que le inyectaron, dejando ver que estaba severamente inflamada.