Juan Diego Alvira es uno de los periodistas más queridos por los televidentes en Colombia debido a su sencillez y carisma. Aunque su camino no ha sido sencillo y en principio tuvo que enfocarse en tecnología logró abrirse un camino en ‘El tiempo’, para luego llegar a ser parte de ‘City TV’, donde por supuesto, su gusto por las cámaras y el estar en la calles le permitió darse a conocer en nuevos rumbos llegando a ‘Noticias Caracol’, pero luego decidí verse inmerso mucho más en la esfera digital diciendo sí a la propuesta de Revista Semana. Si bien, su trayectoria no fue amplia en este medio de comunicación terminó siendo un puente para cumplir otro de sus más grandes sueños teniendo su propio programa ‘Sin carreta’ del Canal Uno, además de lanzarse como creador de contenido, donde recientemente Alvira confesó cómo los vidrios polarizados le salvaron la vida.
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Si bien, el tolimense cuenta con su propio programa en ‘Sin carreta’, donde se encarga de hablar de los diversos temas que son tendencia en el país, él no resulta siendo el protagonista precisamente. Pero, situación contraria se da a través de su cuenta de Instagram y Youtube, en el que les cuenta a sus seguidores aquellas experiencias que terminaron marcando un antes y un después a lo largo de su vida, siendo uno de los tensos momentos que atravesó por culpa de unos ladrones.
¿Qué le pasó a Juan Diego Alvira?
Juan Diego Alvira compartió un video en el que habló de la multa que reciben aquellos que sobrepasan el límite de lo permitido y el valor de esta, reiterando que resulta bastante alta e incluso contradictoria. Seguidamente, el periodista hizo de su experiencia un paso a paso, mostrando específicamente el puente en el que comenzó el hecho: “Iban dos motocicletas más despacio de lo normal. Yo lo crucé sin ir muy rápido. Yo si los noté raros, el uno al otro haciéndose señas y como los pendejos, como si estuvieran mirando cosas alrededor y tal”.
Sin embargo, el periodista reiteró que hubo un punto de quiebre: “En el que internamente pegué el grito en el cielo”, pues siguió con su ruta para su destino final contando con un solo carril para y el otro para un cicloruta. A pesar de un ser un día festivo y relax, se detuvo en un semáforo en rojo y fue allí el encuentro: “Me dio por mirar el espejo y me di cuenta que había atrás dos motociclistas entonces imaginense quienes eran. Yo por fortuna los había analizado detalladamente. Estos son los mismos tipos. Me vienen siguiendo y resulta que estaban pegadisimos al vidrio trasero, tratando de ver que había dentro del carro porque la oscuridad no les dejaba ver para dar seguramente el zarpazo para amenazarlo a uno”.
La intención de estos dos hombres era clara, pues tenía el espacio predilecto para poder pasar y seguir su camino. Sin embargo, según lo relatado por el tolimense ningún tipo de robo se pudo llevar a cabo esto gracias a los vidrios polarizados con los que cuenta en su carro.