La exreina de belleza, Paula Andrea Betancur, fue una de las modelos más cotizadas de Colombia durante años gracias a su personalidad, belleza y autenticidad. En el 2020 sorprendió a sus seguidores al revelar que se encontraba en embarazo por cuarta vez, cuando ya se encontraba en sus 47 años de edad, por lo que más de uno se preocupó por los riesgos que podría significar para ella engendrar de nuevo.
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Ahora que tiene 51 años, Paula, quien tiene un matrimonio sólido y estable con el médico Luis Miguel Zabaleta, padre de su cuarta hija, abrió su corazón y narró en entrevista con La Red del Canal Caracol, entre lágrimas, lo que significa para ella poder tener en brazos a su bebé, puesto que tuvo que someterse a varios tratamientos médicos para concebir.
“Tenía el temor de siempre que una mujer después de los 40 ya no puede, que es muy difícil, que es un riesgo, entonces intentamos por inseminación o por captación de óvulos y no de manera natural”, indicó la modelo.
Además dejó saber que no perdieron nunca la fe a pesar de que los médicos les decían que genéticamente no se podía hacer nada tras el tratamiento en el que cada veinte días le inyectaban hormonas para aspirar los óvulos que iban a congelar.
“La respuesta fue que genéticamente ya nada. No nos sentimos cómodos, buscamos otros centros, pero nunca perdimos la fe, yo hacía ayunos, íbamos a misa, yo iba a misa todos los días”, acotó Betancur.
Paula Andrea Betancur desistió de su embarazo
La exreina mencionó que luego de recibir malas noticias sobre sus intentos para quedar en embarazo, pasó por un proceso muy doloroso, llevaba una carga emocional encima y pidió al doctor parar, puesto que físicamente no se sentía bien, pero allí, a pesar de creer que no había futuro, una bendición estaría por llegar.
“Llamo a mi endocrino y me dice: ‘¿Paula, no será que estás embarazada?”, dijo Paula al medio de comunicación, aclarando que ella no tenía esperanza alguna, pero tras seguir los lineamientos del doctor, no pudo de la felicidad junto a su esposo al ver la prueba positiva y ver a su pequeña en ecografías.
Fue allí cuando rompió en llanto frente a las cámaras al narrar que su hija estaba completamente sana en su vientre: “Fátima es una bendición porque ahí está demostrado que la misericordia de Dios es grande, los milagros existen cuando tenemos fe y creemos en él”.