La supuesta relación amorosa entre Nataly Umaña y Miguel Melfi en ‘La Casa de los Famosos’ continúa generando un intenso debate en las redes sociales, atrayendo la atención de numerosas personalidades del mundo del entretenimiento. Una de ellas es la actriz Valentina Lizcano, quien compartió su opinión al respecto, basada en su propia experiencia en el reality show “Protagonistas de Novela 3: El Juicio Final”, transmitido por RCN hace algunos años.
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La presentadora de televisión se sumergió en la polémica que rodea la supuesta infidelidad de Umaña hacia su esposo, Alejandro Estrada, y desde su vivencia en un reality similar, expresó que no es apropiado juzgar a alguien que se encuentra en circunstancias tan diferentes a las que percibe el público desde fuera de la pantalla.
Lizcano hizo hincapié en la importancia de comprender las condiciones extremas a las que están sometidos los participantes de estos programas, como la falta de contacto con la realidad, la ausencia de conocimiento del tiempo y la privación de sueño, lo cual puede afectar significativamente su estado mental y emocional.
La actriz señaló que en un entorno de supervivencia y competencia constante, la mente se vuelve hipervigilante, lo que puede conducir a una toma de decisiones impulsiva y a una falta de consideración de las consecuencias a largo plazo. Además, destacó la posibilidad de que las personas experimenten cambios significativos en su comportamiento y descubran aspectos desconocidos de sí mismos bajo presión.
En un tono crítico, Lizcano cuestionó a aquellos que han emitido juicios sobre la situación de Nataly Umaña, recordando que todos enfrentamos momentos en los que nuestras decisiones pueden ser impulsivas o basadas en circunstancias difíciles.
Luego lanzó una fuerte crítica a quienes juzgaron la situación de Nataly Umaña. Subrayó la importancia del aprendizaje continuo y advirtió sobre la tendencia de la sociedad a alimentar el morbo y la disposición para atacar a otros sin comprender plenamente su situación.
“En algún momento de la vida no han tomado una decisión arrebatada simplemente porque no encuentran una manera mejor de hacerlo o porque ya intentaron mil maneras de salir de una situación y no hubo un receptor no hubo con quién hablar. Y aunque la gente siga pensando ‘terrible que no haya dicho las cosas porque es mujer’, yo sigo pensando que estamos en constante aprendizaje y este tipo de formatos alimentan el morbo de una sociedad lista para atacar a cualquiera”, dijo Lizcano.