Erika Zapata sigue disfrutando del reconocimiento logrado en redes sociales gracias al afecto que los televidentes de Noticias Caracol le manifiestan a diario con cada una de las notas que hace desde la ciudad de Medellín, puesto que su forma de ser y sus característicos comentarios coloquiales han permitido que genere cercanía con sus seguidores y la teleaudiencia que se sienten identificados con ellas y más cercanos con lo que pasa, por lo que cada publicación que la paisa publica en sus cuentas sociales causa sensación.
PUBLICIDAD
La periodista que en varias ocasiones ha dejado saber que gracias a un tienda que tiene su padre, logró sacarla adelante a ella y lo sigue haciendo con sus hermanos, quienes también han podido graduarse de la Universidad gracias al esfuerzo de su padre.
Lea también: Erika Zapata se volvió tendencia e hizo reír por la manera en la que perdió el sueño en Medellín
Erika también ha mencionado que espera encontrar al hombre perfecto para ella, puesto que aún no ha tenido novio, no le ha dado un beso a nadie y por lo tanto, tampoco ha sostenido algún encuentro íntimo.
Dentro de las revelaciones que ha hecho en su cuenta de X, antes conocida como Twitter, se encuentra un hecho muy particular con el que demuestra que a pesar del reconocimiento que le ha dado salir en las emisiones en vivo y en directo de Noticias Caracol, no le quita su lado más humilde.
En 2021, la reportera, que ya hacía parte del informativo, reveló a sus seguidores que luego de ahorrar y seguir el ejemplo de su padre, logró comprarse un automóvil y aunque muchos creerán que se trata de un auto lujoso, sorprendió con el modelo del mismo.
“Después de ahorrar por dos años, pude comprarme este carro. No será muy lujoso, pero lo importante es el esfuerzo”, comentó Zapata en su publicación donde sus fans replicaron su publicación dejándole mensajes de felicitación y de orgullo por mostrar lo orgullosos que se sienten de sus logros.
PUBLICIDAD
Lea también: Erika Zapata compartió su momento más humilde en una relación
El automóvil que compró Erika con sus ahorros después de dos años, fue un Mazda 323 color rojo, de motor 1.5 litros.