El ‘Desafío The Box’ llegó a su final teniendo a Sensei y Aleja como los ganadores de la copa del 2023 en lo que fue la última temporada desde la Ciudad de Las Cajas, dejando así a Yan y Guajira como los subcampeones en un capítulo más que inolvidable.
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Sin embargo, mientras el reality se prepara para celebrar lo que será la edición de sus 20 años cada exparticipante sigue activo en sus redes sociales desde donde comparten un poco más de su vida lejos de las montañas de Tobia y ese es el caso de Hugo Molina, más conocido como padre Torvic, quien perteneció a la edición del año 2022.
Recientemente el padre Torvic ha publicado un video en el que se le ve bailando el tema ‘La Tanga’ de la agrupación Oro Sólido, el cual es un merengue al que muchos no se pueden resistir y los pone a bailar.
El padre Torvic decidió hacer la coreografía con la camisa clerical lanzándose así lo que en redes sociales es conocido como los “pasos prohibidos”, pero tal parece que la publicación del sacerdote no fue del agrado de muchos miembros de su comunidad digital, pues expresaron su rechazo a lo que hace en el video en los comentarios, así como quienes manifestaron su apoyo.
“No estoy de acuerdo con esto. No le parece la conducta más adecuada para un sacerdote”, “No comparto este baile por un sacerdote”, “Un sacerdote jamás busca protagonismo...y menos con estos actos públicos…Jamás hay que cruzar esa línea delgada de su rol y de su vocación...Es como mezclar agua bendita con aguamasa” y “Hasta la letra es confusa. La verdad mejor evitar la carne. Así se empieza. No veo que aporte nada al espíritu, la evangelización. Se expone a que lo irrespeten”, son algunas de las reacciones que destacan en el post del padre Torvic.
¿Los sacerdotes tienen prohibido bailar?
De acuerdo a portales especializados en el tema no hay ninguna norma escrita que prohíba expresamente a los consagrados bailar, por lo que cada uno de debe discernir sobre la conveniencia de hacerlo, sobre todo en ciertos ambientes donde tienen una presencia continua.
“La clave está en el discernimiento, en poner en una balanza el bien que se pueda hacer. A veces los fieles se escandalizan por cualquier cosa o piensan que esto es algo muy mundano y, entonces, quizá convenga no hacerlo. Pero en otros momentos sí podría resultar conveniente, precisamente para demostrar que expresar la alegría bailando no es malo y que los consagrados somos personas comunes y corrientes que también vivimos las expresiones humanas de alegría”, se lee en la publicación.