Tatán Mejía le mostró a sus seguidores que su esposa, Maleja Restrepo, tiene varias cartas bajo la manga que usa para ganar las peleas matrimoniales. Y a pesar de que el motociclista estuvo recibiendo asesoría de otra persona, los intentos para ganar el pleito terminaron siendo en vano.
El par de colombianos protagonizan toda clase de videos en las redes sociales, variando la temática en el proceso. Estos pueden ir desde temas serios e informativos, pasando por otros asuntos más orientados a su día a día, hasta otros más enfocados en la comedia, sacándole varias risas a sus seguidores en el proceso.
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En muchas oportunidades han realizado diversas dramatizaciones en las que se pueden evidenciar varios momentos en pareja, sacando el lado cómico de algunas situaciones cotidianas de una relación, desde temas como tareas domésticas hasta otros más subidos de tono como el sexo.
Pero en su más reciente video, Tatán Mejía mostró que a veces resolver un conflicto puede ser complicado para él, en especial cuando intenta ganar una discusión contra Maleja Restrepo, compartiendo que por más que lo intente, ella siempre termina victoriosa.
El clip comienza mostrando a la colombiana muy molesta, mientras que él intenta hacerla cambiar de parecer con algunas técnicas que le sugiere un compañero.
Con técnicas como “ponerse bravo” y “la indiferencia”, el deportista intentó ganar el pleito con su esposa. Sin embargo, todo terminó en derrota tras la indiferencia de su mujer.
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Tatán Mejía reveló técnica infalible de Maleja Restrepo para ganar pleitos
Ante las dos primeras derrotas, el colombiano optó por recurrir a un último recurso: la pena. Y es que terminó aplicándose bajo los ojos una crema mentolada para inducir las lágrimas de manera fácil, todo con el fin de conmover a su esposa.
Y si bien parecía estar funcionando, Maleja Restrepo sacó su arma principal: terminó subiendo su blusa para mostrarle los pechos a Tatán Mejía.
Acto seguido, el motociclista se retira, llorando tanto por la frustración como por el mentol bajo sus ojos, diciendo entre lágrimas: “es trampa, claro que es trampa”.