La actriz Lina Tejeiro ha ganado reconocimiento en la pantalla chica gracias a sus distintas participaciones en distintas producciones. Su papel de ‘Samy’ en ‘Padres e Hijos’ la catapultó en la televisión colombiana, puesto que por su belleza y talento se consolidó como una de las favoritas de la teleaudiencia y de sus seguidores en redes sociales donde ha compartido sus momentos más felices, sus frustraciones y las situaciones que le han roto el corazón y la han hecho llorar.
Recientemente, la llanera a compartido su tristeza tras la pérdida de Frida, una de sus perritas pomerania, ha revelado los difíciles momentos que ha vivido a causa de su estado de salud por los biopolímeros y ha expresado que logró sanar su ruptura con el cantante Andy Rivera, con quien duró varios años de novia y tras terminar su amor, lo intentaron varias veces.
Ahora tiene a sus seguidores inquietos por un lanzamiento que la ha tenido enfocada, por lo que en medio de su campaña de expectativa, Lina Tejeiro abrió su corazón y habló desde lo más profundo de su ser para compartir su coraje. “Varias veces he dicho que he sido de relaciones tóxicas”, comenzó diciendo en uno de sus reels.
Lina Tejeiro reveló su relación más tóxica
“La relación más tóxica la tenía conmigo, vivía en guerra con el espejo, una guerra que inició cuando yo tenía 12 años a esa edad ya odiaba mi cuerpo, lo odié tanto que quise cambiarlo todo”, indicó.
Además reveló qué otros procedimientos se hizo para intentar estar conforme con el cuerpo que quería lucir y cumplir con los estándares de belleza que ella misma se creó: “A mis 14 años me pronosticaron anorexia y bulimia, a mis 16, 17 años me hice mi primera liposucción, a mis 21 años me hice una reducción en mis senos, a mis 24 años me inyectaron biopolímeros en los glúteos, a mis 29 años me hicieron mi primera extracción de biopolímeros y a mis 31 años, en enero de 2023, me hicieron mi segunda extracción de retiro de biopolímeros”, mencionó.
La actriz incluso reveló que a pesar de todo lo vivido y los cambios físicos que buscó por medio del quirófano, aún no ama a su cuerpo, sino que lo odió.
“Odié la fibrosis que me quedó en el abdomen, odié las cicatrices que me quedaron en mis senos, odié las cicatrices que me quedaron en mis glúteos, odié el día que me dijeron que tenía biopolímeros”, acotó.
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Además aclaró que el proceso que ha vivido no ha sido nada fácil, por lo que dijo: “Odie cada decisión que tomé por el afán de ser atractiva para la sociedad y por falta de amor propio... mejorar la relación con mi cuerpo no ha sido nada fácil, encontrar un balance con la comida ha sido un proceso y amar las cicatrices de mi cuerpo no fue en un abrir y cerrar de ojos”.
Hoy acepta que ha estado en un proceso de reestablecer su amor propio y acepta que no ha tomado las decisiones más acertadas, pero reconoce que gracias a ella hoy acepta las consecuencias de sus desaciertos y tiene la valentía para hacerlo.
“Soy mucho más que una cara linda”, fue la gran lección que adquirió la llanera tras años de estar luchando contra su propio cuerpo, la búsqueda de ser valiosa para los demás por medio del cuerpo, por lo que se enfoca ahora en la forma en la que es frente a los demás y el corazón bonito que tiene.
Finalmente enfatizó que quiere ser una mujer con coraje, libre en su propio cuerpo y que a pesar de lo sufrido, no se arrepiente de nada, porque todo ello le dejó enseñanzas y la forjó a ser quien ahora es.
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