El inicio de la mañana del viernes 15 de septiembre empezó con una noticia que entristeció a millones de colombianos, la muerte del artista Fernando Botero, quien partió de este mundo terrenal a la edad de 91 años. Sus obras, tanto esculturas como lienzos, estaban caracterizadas por brindarle a sus personajes formas voluminosas, por lo que en el mundo entero, sin ser un experto en el arte, se le conocía como el artista de ‘las gordas’ y ‘los gordos’; este estilo distintivo permitió que su trabajo fuera apetecido en el globo y una de sus obras alcanzó a ser subastada en varios millones de dólares.
De extremo a extremo del planeta se tiene conocimiento que varios privilegiados y amantes del ‘boterismo’, como se le conocía a la ejecución del antioqueño, tienen en sus galerías y colecciones un Botero. Pero acceder a estas obras no es algo barato, tanto así que en 2018, una reconocida casa de subastas alcanzó una cifra astronómica con una de las esculturas más reconocidas del artista paisa.
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Walid Juffali, fue el nombre del millonario saudí, que tuvo durante varios años bajo su posición la escultura ‘Adán y Eva’, elaborada por las manos de Botero en 1999 y actualizada en 2003, y que adquirió en 2014 por $2,6 millones de dólares. Tras la muerte del árabe, la casa de subastas Bonhams, con sede en Gran Bretaña, subastó hace ya 5 años este laborioso trabajo en $2,9 millones de dólares; dinero que, a la conversión actual en pesos colombianos, representa más de 11 mil millones.
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