A medida que van transcurriendo los capítulos del ‘Desafío The Box’ se van conociendo más detalles de lo que es la vida de cada uno de los participantes de esta edición, es así como se ha podido saber quienes han sido sobrevivientes a fuertes enfermedades, lo que han sido las adicciones y gustos.
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En una de las más recientes entregas uno de los miembros del equipo Beta abrió su corazón delante de los demás compañeros, y desde la cocina se puso a prepararles un brownie aprovechando que tienen comida antes de iniciar el ciclo que le antecede a la unificación de las casas de la Ciudad de Las Cajas.
Se trata de Ricky, el capitán de Beta, el panadero artesanal de Santa Marta para quien no hay nada mejor que el olor del pan en la mañana, pues es un panadero que prepara los mejores productos desde su emprendimiento que empezó en la pandemia. Y todo inició por medio de las redes sociales y le fue tan bien que creó su propio y pequeño establecimiento.
“Unos brownies bien bacanos. En el colegio vendía estos brownies, tanto que en un momento yo les daba a diferentes cursos. Y ellos los vendían y me daban la plata y cogían ellos y se ganaban. Yo le metí duro desde chiquito”, contó Ricky mientras preparaba la mezcla.
Para Ricky su familia es su mayor motivación y así lo ha demostrado en cada día que ha pasado en la Ciudad de Las Cajas, cuando se pone emotivo y manifiesta extrañarla. Él quiere sacarla adelante y darle oportunidades a su hija Paulina de siete meses. El ‘Desafío The Box’ siempre ha estado dentro de sus objetivos y es sin duda un sueño cumplido.
Desde su llegada vivió una mala racha que lo ha llevado a vivir ciclos enteros y consecutivos sin comida, pero que rompió días atrás cuando su equipo se alzó con el primer lugar en el box arcoíris y promete repetir, para iniciar la nueva etapa.
