Sandra Beltrán es recordada por su papel como La Diabla en la telenovela Sin tetas no hay paraíso con el que consiguió la fama internacional y aunque han pasado más de 15 años del estreno de la producción colombiana, ella sigue siendo recordada por lo sensual y voluptuosa que lucía con su personaje.
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Resulta irónico que fueron los mismos senos que presumía en cada capítulo los que llegaron a darle los peores y más amargos días de su vida. A sus 47 años ha decidido ponerle fin al infierno que estaba viviendo al sacar sus prótesis mamarias.
La colombiana ha regalado reflexiones a todas las mujeres que no se sienten conformes con sus senos y deciden acudir a un cirujano para sentirse cómodas consigo mismas al aumentar su busto, pero terminan sufriendo con el paso de los años.
La amarga experiencia que vivió Sandra Beltrán de Sin senos no hay paraíso
La actriz conmovió a sus seguidores al contar las razones por las que se sometió a una cirugía de explantación.
Y es que desde hace dos años informó que comenzó a sufrir de estreñimiento, colon irritable, se le comenzó a caer el cabello y no le volvió a llegar la menstruación, a tales enfermedades se le sumaron síntomas como agotamiento, ansiedad y depresión.
Tras hacerse distintos exámenes fue diagnosticada con hipertiroidismo, afección que se da cuando la glándula tiroides produce más hormonas tiroideas de las que su cuerpo necesita.
Sin embargo, la situación cada día empeoraba más y tras nuevas pruebas el hipertiroidismo se convirtió en hipotiroidismo.
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“Tiempo después me hacen más exámenes y paso de ser hiper e hipo a tener tiroiditis de Hashimoto. Es difícil como todos esos cambios poco a poco se van notando en tu día a día, en no poder ser esa mamá, en este caso para mi hijo, el querer estar encerrada, no querer ni bañarme, ni vestirme, ni arreglarme, no querer absolutamente nada”, dijo en medio de lágrimas.
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Ante su situación su médico le recomendó hacer la explantación de sus implantes para liberarse de sus males y revela que fue un antes y después en su vida, volver a tener sus senos naturales.
“Es como volver a vivir (...) Es irónico que La diabla de Sin tetas no hay paraíso, que luchaba por ponerle unas prótesis a su amiga Catalina, un día decida quitárselas porque no las necesita, le hacen daño y porque sin tetas sí hay paraíso”, concluyó.