Mateo Carvajal y su prometida, Stephanie Ruíz, protagonizaron una intensa pelea en las redes sociales, dejando ver que a pesar del amor que lo une, hay ciertos detalles que no terminan de aceptar el uno del otro. Ante esto, la discusión terminó en una curiosa pérdida para ambos, pero en una presunta ganancia para sus seguidores.
La relación de los influencers tuvo algunos altibajos hace varios meses, llegando a pensar que en un momento habían terminado su romance. Sin embargo, hace pocas semanas el joven decidió ponerle el anillo a su pareja y formalizar el compromiso que sus seguidores tanto habían especulado desde hace un buen rato.
Puede leer: Crece la tensión entre Mateo Carvajal y ‘La Liendra’ por unos incómodos comentarios del atleta
Y si bien la pareja ha estado disfrutando de su nueva etapa, tal parece que no todo ha sido felicidad entre ellos, ya que en unas recientes historias de Instagram dejaron ver que tuvieran una discusión por un descuido que tuvo Mateo Carvajal en la cama de su novia.
“Mateo me dañó la hijue***a cama con eso carramplones. Mira dañaste toda la base de la cama”, dijo Stephanie Ruíz refiriéndose a que su prometido arruinó parte de su cama con unos zapatos deportivos con una suela bastante abultada.
Lea también: ¿Participante sorpresa? Mateo Carvajal protagonizó su propio “episodio” de MasterChef
A propósito de esto, Mateo Carvajal publicó en una de sus historias que su novia quiere subastar el calzado del joven para poder cubrir el costo de los daños que le hizo a su cama, además de recalcar que simplemente no le gusta que use esos zapatos en específico.
Sin embargo, el deportista no se quedó de brazos cruzados y reveló que él también estaría subastando un artículo que no le agrada de su novia, dejando ver que se trata de un gran oso de peluche hecho de flores rosadas: “miren este oso. No tengo ni p*** idea de quién se lo dio, pero no fui yo. Aquí me toca dormir al lado de esta mari***a, la voy a vender en 50 ‘lucas’”.
Al final de esta serie de historias, su novia le revela a Carvajal que en efecto terminó vendiendo sus tenis por un precio muy por debajo de los que él los compró, mostrando su frustración y negándose a salir de ellos. Sin embargo, no informaron respecto a si el oso de flores encontró otro dueño.