Más allá de los peinados lacados que iban hasta el cielo, las motocicletas, las groupies, las locuras y todo el exceso cultural y social que implicaron los años 80, al oír la voz de Joe Elliott, los riffs de Phil Collen, la contundencia de Rick Savage, o incluso sentir el insolente arrojo de Vince Neil y Nikki Sixx, hacen que el oyente saque fuerzas y una inmensa energía que en escena y en sonido, sigue intacta más de 40 años después.
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Una que por fin (ruegos escuchados, porque quizás, y en demasía, le “gritamos al diablo”, como dice una de las canciones de Mötley Crue,’Shout At The Devil’ ) llega a Bogotá luego de cuatro décadas, en las que rockeros de todas las generaciones siguen gritando con todo su corazón con los altos de Neil y Elliott y que siguen haciendo headbanging como si no hubiese mañana.
Y así, por fin, con el ‘Stadium Tour’ los bogotanos podrán corear con todo el corazón himnos tan significativos como “Rock of Ages”, “Pour Some Sugar on Me”, “Live Wire”, o “Home Sweet Home”, canciones que definieron una era de fuerza provocadora, riffs exorbitantes, y un magnetismo arrollador - y por supuesto, atuendos más que magníficos- en el escenario.
Esto, desde dos lugares tan distintos y tan únicos que crearon a dos grandes del rock: Sheffield, Inglaterra, hace 45 años con Def Leppard y sus creaciones que han sido símbolos generacionales, atemporales. Todas acompañadas de su entrañable historia como banda, con Joe Elliott como el centro de una agrupación que luego de sus pérdidas y luchas ha tenido el respeto del rock por entero y todos los honores que se puedan merecer.
De hecho, hace cuatro años entraron al Rock and Roll Hall of Fame, presentados nada más ni nada menos que por uno de sus grandes admiradores, Brian May, guitarrista de Queen.
Y por supuesto, desde la Costa Oeste Estadounidense - y ya con enormes aprendizajes- los chicos ‘malos’ y más desquiciados de Sunset Strip que vivían literalmente en un nido de ratas y que usaron el maximalismo y los excesos para mostrar este momento pivotal de las bandas de rock estado que surgían en Los Ángeles: Mötley Crüe, a quien las nuevas generaciones conocieron por la alocada biopic de Netflix inspirada en su aún más surreal biografía, ‘The Dirt’, y que desde 2019 han resurgido con toda la fuerza de la voz de Vince Neil, el carismático liderato de de Nikki Sixx y del lado de un Tommy Lee imparable.
Esta vez, claro, sin Mick Mars (que por problemas de salud no participó en este tour mundial), pero con un digno y más que apropiado reemplazo con el talentoso John 5.
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Def Crue, una fusión más superpoderosa que la de Vegeta y Gokú
Todo este background, más las ganas de seguir haciendo gritar, cantar y mover las cabezas a los fans de todo el planeta, es lo que unen ambas bandas, que en esta nueva versión de The Stadium Tour ahora se llaman Def Crue y muestran cuán versátiles, talentosas y auténticas han sido ambas bandas en una época que, como en toda la historia del rock en cada una de sus décadas, fue encasillada por su glamour, su alto volumen y su locura, pero que pasó por alto ese impulso que dio a sus primeros adoradores para poder identificarse con su transgresión.
Y que sigue atrayendo a generaciones posteriores, como se nota con el éxito arrollador de un tour que comenzó en 2021 con Joan Jett como otra gran aliada: para el año pasado, Billboard estipulaba que The Stadium Tour había vendido 1,3 millones de boletas y había tenido 173. 5 millones de dólares en ganancias. Esto incluso supera todas las entradas y ganancias que tuvieron ambas bandas en su época de gloria primaria (la década de 1980). Lo que prueba que más allá de que el “rock no está muerto " es que la música hecha con una pasión y una fuerza así nunca desaparecerá.
Así, con fuerzas renovadas (y en el caso de Def Leppard, con un excelente álbum como el que sacaron en mayo del año pasado, ‘Diamond Star Halos’), han comenzado un tour que inició en Ciudad de México, pasará por Bogotá, Brasil, Chile, Europa y que terminará en Glasgow para mitad de año. Y además, en Bogotá, el honor de abrirles a estos dos grandes corresponde a uno que a nivel latinoamericano no les envidia nada en estatus: nada más ni nada menos que Kraken.
Ahora, muchos hubiesen suspirado por ver al gran Elkin Ramírez al lado de estas dos legendarias bandas (hay que recordar que los Guns N’ Roses también los invitaron para abrir en 2916, pero Ramírez estaba ya en la fase terminal de su enfermedad), pero con Roxana Restrepo, los bogotanos podrán vivir el cataclísmico sonido de tres grandes en una espera que terminará este 23 de febrero en el Simón Bolívar, gracias a Ocesa.
De esta manera, por fin los colombianos responderán a la pregunta que Joe Elliot hace en el himno ‘Rock of Ages’: “¿Qué es lo que quieren?”. A lo que muchos dirán: “Quiero Rock and Roll. Larga vida al Rock and Roll”, como dice su gran canción.
Def Leppard y Mötley Crüe, The Stadium Tour.
Bogotá, 25 de Febrero, Simón Bolívar. Puede comprar sus boletas en E-Ticket.