La usuaria cuya cuenta en la red social china TikTok se identifica como @kalucuadrado publicó un video que se ha vuelto viral por el importante mensaje de constancia que transmite al trabajar como vendedora ambulante junto a su mascota.
Su perrito, de nombre Kaleb, es conocido como “Chulito”. Ambos viven en Perú, un país donde por estos días se mueve intensamente el comercio informal, una oportunidad para hacer algunos ingresos extras. Su testimonio ha sido reseñado en diferentes redes y en medios como Líbero.
Como dato importante, ella dio a conocer que hace poco a su mascota le diagnosticaron cáncer y está iniciando su proceso para ser tratado, pero como se sabe, será una dura prueba y acarreará gastos.
Con “Chulito” para todo
En su cuenta se puede apreciar el enorme afecto que Kalu tiene por su perro, una mascota que la acompaña al trabajo y no la desampara.
El clip viral dura un minuto 34 segundos y fue grabado el 21 de diciembre. El material acumula 962 mil reproducciones. La joven madre ha dicho en otros videos que el perrito fue a su control de rutina y para verse un absceso, pero esa masa terminó siendo un cáncer maligno. Lo operaron para sacar la formación, pero ella sostiene que no debió operarse sino acudir a un oncólogo para tratarse de otra forma.
Por lo pronto, la mujer publica su día a día con “Chulito” y está recibiendo ayuda de muchos usuarios que se han solidarizado con su historia.
Vendiendo sandalias
“A mí me enseñaron a trabajar y a no sentir vergüenza y no me da pena salir a buscarme la vida en las calles. Hoy 21 de diciembre, que se supone que ya debería hacer campaña, no había mucha venta, entonces dije, si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma”, asegura la mujer que narra su propio video.
“Como madre responsable tengo que enseñarle a mi hijo a ser todo terreno y pasamos de trabajar dentro de un puesto sentados, cómodos y relajados, a llevar nuestras ofertas de nuestras sandalias a 20 soles cada uno, dos por 30. Cogí mi cartel de remate, mi chulito con su cartel de remate a buscarnos la vida. A él tampoco le da pena”, dice mientras se aprecia el momento en que ambos se van a la calle para ofrecer su mercancía.
“De eso se trata la vida, de enseñar a nuestros hijos a valorar el esfuerzo que hacemos por ellos. Mis padres alguna vez fueron ambulantes, y mi madre quiso que yo tuviera un mejor futuro, por eso me dio estudios y yo me esforcé duro para no tener que pasar por eso de grande, pero si toca, toca señores”, concluye la mujer.