Tras la muerte de la Reina Isabel II la máxima figura de la monarquía británica se vienen conociendo diferentes datos interesantes de su vida. Desde como llegó al trono, datos de su boda , artistas que se han expresado tras su fallecimiento y uno que no es muy conocido, y trataremos a continuación, los perros que estuvieron a su lado desde que era una pequeña y pasaron por varias generaciones.
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Es común ver a los máximos mandatarios de los países acompañados por sus mascotas, podemos recordar a Sunny y Bo, los perros que tenía Barack Obama cuando fue presidente de los Estados Unidos, Macron el presidente de Francia y su perro Nemo, incluso el ahora presidente de Colombia Gustavo Petro y la perrita Bacatá, que adoptó cuando fue alcalde.
Los corgis de la Reina Isabel II
Cuando la Reina cumplió 18 años recibió por parte de su padre el rey Jorge VI una perrita de raza Corgi a la que llamó Susan, de ella vendrían 14 generaciones más de perritos de esta raza que acompañaron a la ‘Majestad’ durante su paso por el palacio. Susan fallecería el 26 de enero de 1959, su lápida fue diseñada por la misma Reina Isabel y reposa en la casa de recreo en Sandringham.
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Luego de que pasaran muchas generaciones de corgis engendrados por Susan los últimos que quedaron de su dinastía fueron Willow, que falleció en 2018 a los 15 años y al poco tiempo de su muerte su hermano Holly, terminando así con los descendientes de su primer mascota. Lo que causó una gran tristeza en la reina, ya que los sentía como un vínculo con sus padres ya fallecidos.
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Desde que la reina accedió al trono en 1952 pasaron más de 30 perros de raza corgi por la realeza, hubo también perros de otras razas, pero a los de esta en específico se les relaciona con la monarquía.
Por su puesto siendo perros de la realeza tenían una vida bastante privilegiada, tenían su propia habitación para que no los molestará el frío y comían platos especiales entre los que se encontraban carne de res y conejo, preparados por un chef gourmet que tenía está misión en especial.