Kata Garzón es una mujer colombiana que, a través de su cuenta de TikTok, relató como un viaje que hizo a Turquía, porque quería conocer este país, termina en tragedia por culpa de una banda de trata de blancas.
En tres videos la mujer relató la amarga experiencia que vivió en dicho país cuando se fue a una visita por el lado cercano a Asia: “iba a una mezquita y me fui bien vestida, muy bien cubierta. Yo fui a hacer el recorrido, pero no tenía Internet y lo necesitaba para ubicarme; habían muchos puestos de helados y vi a un señor que tenía cara amigable y me dirigí a él para pedirle wifi, él me entendió y me compartió, mientras utilizaba el WiFi me dijo que me sentara ahí al lado”.
La colombiana hizo hincapié en que ya sabía de esta clase de peligros: “ya me habían dicho que era un poco peligroso y me habían dicho mucho que haya había mucho tema con la trata de personas, pero yo me equivoqué por confiada”.
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Kata Garzón continuó su relato: “Yo siempre hacía video llamada con un grupo de amigas y esta vez no fue la excepción, les mostraba todo y me preguntaron que qué tal eran los manes y les dije que era normal que lo miraran a uno obsesivamente”.
Todo transcurrió en relativa normalidad hasta cuando dos tipos se sentaron a su lado, sus amigas le decían que se veían raros, pero para ella era normal debido a que los hombres que se había cruzado en Turquía siempre la miraban igual.
Sin embargo, la mujer se comenzó a preocupar cuando habían pasado 40 minutos y los sujetos no se iban: “empezaban a señalarme y me empecé a asustar, entonces mientras estaba haciendo charla con el señor de los helados le pregunté si los conocía y él como que ya se había dado cuenta de lo que estaba pasando y me dijo “agacha la mirada, no los mires y quédate ahí sentada” y quedé asombrada. Yo estaba en tremendo drama porque no sabía que hacer”.
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“Los manes se fueron donde el señor de los helados a preguntarle por mi y le preguntaban mis datos, yo pensaba “o me embalé o me salvé”, pero el señor fue un ángel, pues ya sabía que yo iba sola y les dijo que yo era la hermana, que me dejaran quieta y los manes no creían por lo que yo no hablaba turco, además por mis facciones, entonces no se fueron”, contó Kata Garzón.
De acuerdo con su relato, la situación se empezó a poner más terrible para ella porque los dos tipos comenzaron a llamar por celular a otras personas que empezaron a llegar al lugar y a ubicarse de manera estratégica: “pensé lo peor, era una banda grande”, dijo.
Sin embargo, el señor de los helados no la desamparó y la ayudó a irse de ese lugar sin que le hicieran nada: “me dijo “espérate y pide un carro que yo te acompaño”, el señor me acompañó y hasta que no me fui no se fue, me pidió el número y me trató como si fuera su hija, de no haber sido por él no sé donde estaría”.
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La colombiana aseveró que ya le habían pasado una serie de situaciones incómodas en Turquía y que esto fue “la cereza que decoró el pastel”, por lo que decidió devolverse a Colombia antes de lo previsto: “quería quedarme hasta octubre, pero no pude; si tu vas sola no puedes, un hombre solo puede pero una mujer sola, es mejor pensarlo dos veces”.
La historia de Kata Garzón se volvió viral en esta red social y ya acumula millones de reproducciones y de comentarios de internautas que mostraron satisfacción de que, en medio de todo, la historia haya tenido un final feliz y que ella no cayera en mano de una banda de trata de personas.