¿Hay temas tabúes en el humor?
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Ricardo Quevedo: Yo creo que no, yo creo que el humor se basa en hablar de lo que sea. Pero, no en todo hay humor. Y el éxito del comediante justamente es poder hacer que cosas que no son tan chistosas o que a primera vista pareciera que no son chistosas, lo sean. Yo creo que no hay límites en el humor. Cada comediante se pone sus propios límites. Y mi límite es simplemente no burlarme de cosas que las personas no pueden cambiar. Ese ese es mi límite. Y de resto hablo de lo que sea.
Liss Pereira: Es una conversación que hemos tenido los dos y a mí me encanta cómo se resume eso en “las cosas que los demás no puedan cambiar”. Yo creo que el tabú no está en los temas, está en la voz del comediante. Yo creo que sí. Uno como que tergiversa su voz para irse a un lugar en donde se tira a joder a otro. Ahí debería estar el tabú. No debería tener, como la mesura, uno de no dañar a los demás a través de algo que para mí es un don que viene de Dios y a mí no me gustaría ensuciarlo jodiendo a los demás. Yo, es personal.
¿Existe algún chiste del que se arrepientan?
Ricardo: Sí, claro… porque uno con los años va desaprendiendo muchas cosas y ahora que estamos en la onda de aprender un montón de cosas que de pronto ya no son correctas; y no hablo de que sean o no políticamente correctas, sino que realmente no son correctas. Entonces uno ve rutinas muy viejas o comedias que uno hacía hace muchos años y piensa: Mmmm esto no estaba bien.
Liss: Uno ve “Betty la fea” ahorita y piensa: “¡Uy!”. Había cosas como que Armando le agarró el pelo a Patricia y eso no estaba bien; uno ve en retrospectiva y ve que había muchas cosas que, sobre todo por falta de conocimiento en ese momento, se trataban de manera muy superficial.
Ricardo: Creo que es importante ir evolucionando el humor con lo que está sucediendo en la sociedad. Yo recuerdo muchas rutinas, por ejemplo, que yo no sabía que eran machistas y me di cuenta con los años de que realmente sí eran machistas. Y empecé a cambiar un poquito mi discurso basado en las cosas que he aprendido estos años.
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Liss: Sí, igual yo creo que también el stand up en particular es un formato que responde mucho a la persona que lo ejecuta y como uno va creciendo, también crecen los temas con uno, creo yo.
¿Cómo se toman ustedes el humor que otros hacen sobre ustedes?
Liss: En mi caso, casi todo el humor que yo hago es introspectivo. Yo siempre me burlo de mí y procuro no hacerlo de los demás… es como una vaina rara, es como una terapia de choque para mí. Cada vez que tengo algo roto por allá yo me burlo de eso y ya luego como que no está tan roto.
Ricardo: Sí, yo también parto de mí en casi todas las rutinas y mucha gente se identifica justamente por eso. También es verdad que no me ha pasado que alguien se meta conmigo tan directamente; pero, la verdad, a mí no me importa tanto desde que se haga creativamente. O sea, más que ofenderme el tema que toquen es cómo lo toquen y que lo hagan de manera creativa o no. Bacano que sean creativos.
¿Cómo les cambió el humor después de ser papás?
Liss: A mí ser mamá me cambió el humor de una manera positiva. Para mí el humor es una terapia, una terapia personal, pero desde que tengo hijos, pienso mucho en él también y en cosas que no me gustaría que me viera haciendo, como por ejemplo hablando mal de una persona, haciéndole daño a alguien.
Ricardo: Pues yo fui creciendo en cuanto a las rutinas; entonces, ahora hablo de lo que me pasa y que antes no me pasaba: cuidar a los hijos, el tema de pensar en su educación, el tema de de tratar de que sea una persona medianamente decente en todo este desastre que está sucediendo alrededor.
Hay un tema muy complicado con las redes . ¿Cómo ven esta situación en la que todo el todos hablan de todos desde el anonimato?
Liss: Yo creo que hace falta valentía para hablar a título personal y eso es lo que en redes no se da mucho. El anonimato da muchos permisos y, además, creo compartimos demasiado y siento que cuando uno abre tanto su intimidad también expone cosas que son demasiado delicadas. El tema de las redes lo manejo con pinzas.
Ricardo: Sí, digamos que uno está muy expuesto en redes también a lo que a lo que la gente ve de uno, pero también hay como ciertos límites que uno debería tener con su vida privada, con un montón de cosas que de pronto a uno le parecen muy importantes y que no son tan necesarias para nuestra profesión, pues se están mostrando y eso. Yo siento que hay mucha hipocresía, como que la gente trata de atacar, está bien si se atacó a tal persona, no está bien si atacan a una que a mí me cae bien, si con un tema como complicado o que se o que se burlen de cierta cosa, pero a esta que me cae mal sí caigamos con todo…como una solidaridad focalizada.
¿Quién es el chistoso o la chistosa de la familia?
Liss: Nuestro hijo es el que nos hace reír a los dos, pero también es verdad que ambos nos la pasamos riendo. Esa es una de las cosas que más nos une
Ricardo: Sí, porque es que no es un humor fino ni chévere. Nosotros dos en pareja tenemos un humor muy particular. Somos bastante idiotas y por eso nos queremos, porque somos igual de idiotas y nos da mucha risa una cantidad de estupideces que a veces la gente no entiende. Entonces como que en nuestra intimidad somos bastante idiotas y nos reímos todo el tiempo, hacemos reír.