En su más reciente publicación Carolina Cruz Osorio ha colgado un post con una cita que habla del amor propio, de la libertad individual del ser y en especial de la manera en la que cada persona puede compartir con ella misma.
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Si una persona tiende a valorarse de manera negativa o pesimista, se dice que le falta amor propio o que tiene baja autoestima. Y si está sesgada hacia una visión propia se dice que tiene una autoestima demasiado alta, pero llega el amor propio llega, las visiones se unifican, como el mensaje de la presentadora.
“El amor eres tú cuando te brillan los ojos porque lograste eso que tanto te costó. Eres tú cuando volviste a abrir las ventanas para que entre el Sol después de tanta lluvia. Eres tú y cuando decidiste quererte más que nunca. Los ojos brillan cuando por fin entiendes, que toda luz, se enciende por dentro”
— - publicó Carolina Cruz Osorio
Luego en sus historias de Instagram publicó otra pantalla de texto en la que habla sobre la felicidad, y esa manera en la que se debe ir soltando el peso del pasado y de la vida misma, para conseguir otros propósitos.
“Si quieres ser feliz, debes estar dispuesta a pagar el precio. La felicidad no es gratis, ni viene en aceites, velas o supositorios. ¿Cuál es el precio? Soltar. Soltar tus creencias y tus deseos, soltar la idea de algo falta, soltar todo aquello que crees que necesitas para ser feliz. Solo entonces serás libre, solo quien es libre puede amar y solo quien ama deja de sufrir”.
— - Carolina Cruz Osorio
Es prioritario aspirar a metas de autorrealización a partir de los propios términos y no de los de otros. De ese modo, podrás desprenderte de aquellos elementos de culpa y arrepentimiento que no se basan en lo que de verdad te interesa y te quedarás solo con lo que apunta a metas que son significativas para ti.
La fortaleza emocional no se expresa a través de gestos de fuerza, sino, principalmente, de resistencia y autocontrol. Ser emocionalmente fuerte tiene que ver con aceptar que el sufrimiento forma parte de la vida y que todos, absolutamente todos, somos susceptibles de sufrir, tenemos derecho a sufrir y estamos legitimados a manifestar que sufrimos.
