Yina Calderón ha dejado claro en diferentes ocasiones lo mucho que le gusta irse de fiesta y disfrutar de eventos nocturnos llenos de música, alcohol y mucha energía, pero tal parece que sus vecinos no comparten el mismo pensamiento que ella. Por esta razón, la influencer decidió mudarse de su apartamento, en especial por los problemas que le causó la administradora del edificio mientras celebraba su cumpleaños el pasado 12 de julio.
PUBLICIDAD
La joven informó a través de su cuenta de Instagram que quería festejar su día especial en casa, de manera tranquila junto a varios amigos y un par de familiares, pero las cosas se salieron de control e incluso tuvieron que llamar a un par de agentes policiales para calmar un poco el ambiente.
Puede leer: Estos fueron los regalos de ‘niña’ que le dieron a Yina Calderón
Todo comenzó cuando los vecinos de Yina Calderón comenzaron a quejarse debido a que su fiesta se había extendido por varias horas y la música se escuchaba a un volumen muy alto. Al parecer, la joven hizo caso omiso de las quejas, lo que llevó a que la administradora del edificio le suspendiera el servicio eléctrico por algunos minutos. Pero la joven pudo resolver el problema con sus conocimientos legales y la colaboración de dos agentes policiales.
Sin embargo, a la creadora de contenido no le gustó lo que pasó durante su celebración. Es por eso que a través de sus historias de Instagram volvió a tocar el tema del conflicto, pero en esta ocasión para anunciar que había decidido mudarse, comentando que no veía justa la manera en que actuaron sus vecinos ya que ella no era una inquilina problemática.
Lea también: Yina Calderón celebró su cumpleaños entre familia, amigos y polémicas
“Yo soy demasiado sincera y si yo me las pasará haciendo fiestas acá yo se los digo. Si me he hecho tres fiestas en todo el tiempo que llevo acá es mucho, porque me la paso viajando y en los viajes que hago siempre estoy tocando y casi nunca estoy en la casa”, dijo Yina Calderón en sus historias, agregando que sus vecinos también hacen reuniones escandalosas y ella no les reclama por eso.
“Tomé la decisión de irme de este lugar, no me soporto más el estrés de la administradora. Yo tengo una casa a la salida de Bogotá, una casa campestre. Así que un anuncio parroquial para la administradora, para que se ponga contenta porque me voy de este edificio, no me la aguanto más”, concluyó la joven.