Claudia Bahamon habla acerca de la decisión histórica que ha tomado Colombia para salvar al océano, pues ha ampliado y fortalecido oficialmente el Santuario de Flora y Fauna Malpelo y el Distrito Nacional de Manejo Integrado Yuruparí.
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“He sido crítica del actual gobierno especialmente en temas ambientales que no quiero enlistar hoy, pero hoy quiero ser objetiva en este tema ‘específicamente’. Me alegra el compromiso que hace el gobierno junto a organizaciones ambientales y comunidades pesqueras para salvar el océano superando la meta de protección de áreas marinas 30x30 ocho años antes de la fecha límite del 2030″.
El Santuario de Flora y Fauna Malpelo protegerá ahora completamente un área marina de más de 47 mil kilómetros donde no se permitirá la pesca y el Distrito Nacional de Manejo Integrado Yuruparí abarcará más de 120 mil kilómetros.
Fomentando una mejor gestión de la actividad pesquera y promoviendo actividades responsables y sostenibles. Se crearon dos áreas adicionales: Colinas, un área de manejo al oeste de Malpelo y Beata, en el Mar Caribe, la cual también será un área donde no se permitirá la pesca.
“¿Por qué es importante? Porque esto fortalece la protección de la biodiversidad marina en aguas colombianas, y particularmente en el corredor marino del Pacífico Oriental Tropical. Una región que incluye rutas de migración vitales para varias especies amenazadas que viven y se trasladan entre las islas, montes submarinos y costas de Colombia, Panamá, Ecuador, Costa Rica y otros países”.
La exigencia de Claudia Bahamon
Precisó que esto es maravilloso para el océano, para el clima, para Colombia y para la humanidad. Sin embargo, tiene sus reservas, pues quiere que esto se asemeje a las políticas implementadas en Chile, país que suma un gran porcentaje de estas áreas en protección.
“No podemos conformarnos y permitir que se quede en una ‘firma’. Sí Chile ha llegado hasta el 54% de áreas protegidas, Colombia debe seguir implementando la cantidad de áreas protegidas y nosotros presionar para que eso suceda y de paso se cumpla y se vigile como debe. Hay mucho trabajo por hacer para que funcione bien. ¿Difícil? ¡Sí! ¡Imposible no!”, finalizo.