Draco Rosa es fácilmente uno de los intérpretes y compositores más importantes de toda la industria musical latinoamericana, canciones como ‘Más y más’ o ‘Penélope’ se han convertido en himnos para todos los seguidores del artista, sin embargo, algo que ha caracterizado a Draco es su versatilidad y facilidad para moverse por diferentes géneros, tal vez, disruptivos para muchos.
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Tanto así, que uno de los puntos que más destaca Draco en su forma de ser y de componer es la capacidad que tiene para romper reglas y así acercarse un poco más a lo que se encuentra buscando de sí mismo en cada nueva aventura musical en la que se adentra.
De hecho, es por eso que causa bastante intriga su más reciente trabajo discográfico, Sound Healing 1:11, un disco que lejos de ser una faceta conocida del músico que alcanzó lo más alto gracias al pop y al rock, se puede definir como una experiencia y así mismo, como un álbum que dejó ver una versión de Draco Rosa más introspectiva y reflexiva que usa la música como una forma de curarse.
“Estábamos con un grupo de amigos adquiriendo unos instrumentos para acercarnos al mundo del yoga, adquirimos unos gongs y otros instrumentos. Pasó lo de la pandemia y todo estaba atrasado, llegó algo de Francia, de Canadá y en esa espera fui experimentando con la idea de estar tranquilo. Comencé a probar cosas, se montó algo que se llama ‘Selva’ que es más instrumental y estaba tratando de experimentar con todo”, aseguró Draco Rosa sobre cómo llegó a la idea de iniciar un álbum tan distinto.
Una de las cosas que más ha llamado la atención del público, aparte del evidente resultado musical alcanzado, es el nombre del disco ‘Sound Healing 1:11′ el cual muchas personas han tratado de encontrarle un significado, no obstante, es el mismo artista quien aclara cómo llegaron a él.
“Se llama Sound Healing 1:11 porque tiene una duración total de una hora con once minutos, la calle en la que estábamos era la 111. La parte de ‘sound healing’ la escogimos gracias a un ejecutivo. Es lo que es, sin mucho misterio. Yo dije ‘Vamos a sentarnos y a escucharlo’ y todos se sintieron muy bien con temas como ‘fragancia de una flor’, todos se sintieron muy relajados con esto”, agregó.
Definitivamente, este álbum se puede definir como espiritual y para muchos, puede llegar a ser difícil de escuchar en caso de que esperen algo orientado hacia el rock o el pop, sin embargo, si se escucha con ánimo de relajarse, conocerse a sí mismo o sanar, podrá ser tal vez, uno de esos discos que deban ponerse una y otra vez a sonar.
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“Cuando pienso en el trabajo, los años, digo “qué lindo” le agradezco al universo por darme este regalo de poder compartir, ofrecer con todo el mundo mi música y este poder de la música de sanación, de frecuencia, ha sido muy interesante y sigo aprendiendo”, puntualizó.
Sound Healing 1:11 terminó su proceso en medio de la pandemia del Covid -19, y esta es una de las razones por las cuales también puede considerarse un trabajo bastante significativo.
“Es un disco que también muestra la frustración del sistema, de este tema del cierre, de muchas posturas. Todo ha sido bien difícil, a veces hay que apagar los televisores y dejar de consumir tanta incertidumbre, esta música lo que hace es todo lo contrario, te da fuerza, claridad, pienso mucho en este tema”, comentó Draco Rosa al respecto.
Por otra parte, se ha llegado a pensar que la llegada de estos nuevos sonidos son la búsqueda del artista para conectar con nuevos públicos, sin embargo, ha sido enfático en comentar que hace música con la que él se siente pleno, sin embargo, le encanta saber que hay personas que llegan a conectar con sus sentimientos más profundos para que así también puedan conocer qué hay en él como persona.
“Es música, uno siente la vida a tope, uno debe ser auténtico con las emociones y dejarse llevar. Decir que se hace música para un público es algo que no tengo totalmente claro. Yo pienso en cómo me siento y me apetece ir al piano, no lo pienso para ir a un público que no conozco. A la hora de hacer música lo que quiero es estar bien. Cuando tienes en la espalda, naces y creces con algo que te persigue, tienes que manejarlo, por eso soy rígido con eso. Pero ojo, siempre tengo la esperanza de que algo que me emocione pueda conectar con las personas por la esencia y no por lo que aparentamos ser. Lo importante es ser auténtico y no defender una bandera que defina una sola cosa sino que somos seres que tienen momentos, yo lo que quiero es vivir”
Todo este concepto se verá reflejado en medio de su participación en el marco del festival Colombia al Parque, donde estará compartiendo un poco su experiencia al crear música que define como ‘de sanación’, sino que buscará conectar con los asistentes para que ellos también puedan sanar desde los sonidos.
“La verdad no sé qué les puedo decir sobre ese encuentro. No hemos llegado, estamos a la expectativa y no sé, la música es para sentir. Más allá de contar mi experiencia, que si la contaré, habrá quienes hagan unas preguntas. En lo personal, esto parte del trabajo de muchos años y para mí es un honor poder ofrecer algo como Sound Healing 1:11, que he visto con familiares y amigos esa sonrisa. Estoy contento pero no sé qué esperar, no estoy siguiendo una línea para tratar de convencer a la gente de que tienen algo que entender. Si lo sientes, lo sientes, si no, también está bien”.
La cita será el fin de semana del 26 y 27 de febrero en el parque El Lago, mejor conocido como “parque de los novios” para una sesión de escucha que seguirá con presentaciones de artistas nacionales e internacionales invitados como Café Camará, Nuevo Joropo, Aluvión, Golpe Cruzao, Sentir Colombiano, Phonoclorica, Indus, Folkloreta y Los Pangubres.