Como un regalo y una feliz sorpresa que llegó cuando ya no la esperaba, así ha tomado la colombiana Laura Londoño el éxito internacional de “Café con aroma de mujer”, la telenovela que protagoniza en el papel de “Gaviota”, que lleva semanas arrasando en Netflix, como la ficción de habla no inglesa más vista en casi una veintena de países.
Estrenada el año pasado en el colombiano Canal RCN, la serie -adaptación de la novela homónima de 1994 del maestro del género Fernando Gaitán- llegó a Netflix hace seis semanas y desde entonces se ha convertido en un fenómeno en España y América Latina.
En una entrevista a través de internet, Londoño (Medellín, Colombia, 1988), quien interpreta a la cándida pero aguerrida recolectora de café que se enamora del dueño de la finca (el cubano William Levy), charla con Efe sobre su papel, su trayectoria y sobre el resurgir de un género que no suele ser presumido.
Pregunta: ¿Cómo se siente por el éxito abrumador de “Café…”?
Respuesta: Ha sido un regalo y una sorpresa, algo super lindo. El año pasado salió al aire aquí en Colombia y en Telemundo en EEUU y le fue muy bien, pero no fue nada especial lo que sucedió. Salió cuando todavía la estábamos grabando y entonces tienes demasiadas emociones y mucha ansiedad de que le vaya bien. Sin embargo, ya pasan los meses, sale del aire y llega a Netflix y sucede esto en un momento en donde no me lo estaba esperando. Es mucho más lindo porque ya no había ninguna expectativa ni necesidad de nada.
P: ¿De dónde cree que viene este éxito en tantos lugares?
R: Casi treinta años después de que se escribió tiene temas que todavía son temas hoy en nuestra sociedad, después de tanto tiempo. Ojalá hubiéramos dado un cambio muchísimo más abrupto, más drástico, pero seguimos patinando en unos puntos como sociedad, independientemente que te llames Colombia, España o Bolivia. “Café...” toca temas importantes y álgidos como el machismo, la diferencia de clases sociales, el racismo, la homofobia, el bullying… Son temas a los que nos hemos acostumbrado, pero esto nos los está mostrando y nos está diciendo que hay algo que no está bien.
P: En la propia novela se hacen alegatos en pro del empoderamiento femenino, de la igualdad de clases... ¿Es importante hacer de espejo para que las cosas cambien?
R: Es súper importante. “Café…” específicamente es una historia muy femenina donde la mujer tiene un rol muy importante y son las mujeres las que (…) llevan las riendas de todo. Esta historia al adaptarse al 2021 cambia muchísimo y se vuelve otra versión porque si algo ha cambiado en estos treinta años es el rol de la mujer en la sociedad. Se ha hablado pero sigue siendo importante y oportuno hacerlo porque, aunque hemos avanzado un montón y recorrido un largo camino, todavía nos falta mucho más.
P: Usted da a luz en la ficción y al día siguiente está impoluta, delgada, como si nada, ¿esto ayuda?
R: Esto es una cosa que es muy de novela, viene por añadidura con este género. En el equipo tuvimos esta conversación. Desde mi experiencia no son los gramos, porque por ejemplo yo soy muy flacuchenta, siempre lo he sido. Aquí donde me ves estoy a cinco días de dar a luz y no parezco, tengo solo barriga. No es un tema de ganar peso o no. Pero sí emocionalmente, a mí me dio durísimo cuando tuve a mi hija. Al día siguiente estaba flaca, pero me sentía destruida, como un trapo sucio. Y esto obviamente no se lo permiten a una Gaviota como protagonista, ni a una Lucía como antagonista. Pero sí es un tema que se habla y se dice. Pero hay una maquinaria tremenda, una industria, que dice “no tanto”, que es muy abanderada del “hasta ahí”, que les da temor.
P: No solo “Café…” cosecha éxitos, ¿están viviendo las telenovelas latinas un nuevo renacer?
R: Nosotros hemos sido muy buenos en el género del melodrama. En algún momento surge todo este nuevo movimiento de la televisión, de las series más americanas, que es otra manera de narrar las cosas. La telenovela es nuestra hija pero la estuvimos viendo mucho tiempo como la hija fea. Dijimos, escondámosla y hagamos lo que están haciendo allá. La abandonamos un poco y yo creo que lo que está pasando es que lo estamos retomando, o que hay una simbiosis, una mezcla. No se van a acabar las novelas. Puede que haya otros géneros, pero qué rico rescatarlo y darle un nuevo brillo, como esa jarrita que estuvo siempre en la casa pero la limpiamos y la abrillantamos, la ponemos otra vez en la mesa y la volvemos a ver bien linda.
P: Su carrera se inició en el mundo de las telenovelas, pero ha hecho muchas otras cosas, entre ellas el papel de hija de Héctor Abad (Javier Cámara) en “El olvido que seremos” de Fernando Trueba…
R: Sí… Es una historia muy fuerte, muy bonita, muy especial y muy importante. Y otra vez es una historia que sucedió en los ochenta y que hoy la seguimos viviendo tristemente aquí en Colombia, como si no pasara el tiempo. A veces nos cuesta. Pasa el tiempo y nosotros nos demoramos en dar ciertos pasos y en avanzar. Pero sin duda fue de las experiencias más especiales.
EFE