Uno de los partidos más esperados por los amantes del Fútbol Profesional Colombiano durante esta semana es el clásico caleño entre el América y el Deportivo Cali, en el estadio Pascual Guerrero, donde una vez más veremos un duelo de titanes con dos realidades muy distintas, pero con un objetivo claro, los tres puntos.
A pesar de la fiesta que se vivirá en el terreno de juego, la previa ha contado con un escándalo que corre por cuenta de la designación arbitral hecha por la Dimayor, ya que Carlos Betancourt viene de tener una semana difícil, después de pitarle un juego al Boyacá Chicó, a quienes afectó con sus decisiones y que no se quedaron callados, solicitando al ente regulador del FPC que lo castiguen, en lugar de premiarlo, y que no dirija el partido entre los clubes de la capital del Valle del Cauca.
Esto fue lo que expresó el equipo de Tunja mediante un comunicado que ha dado de qué hablar en las redes sociales por los constantes problemas que han dado los árbitros en la presente temporada:
“El DEPORTIVO BOYACÁ CHICÓ FÚTBOL CLUB S.A, en ejercicio de su deber institucional de velar por la transparencia, el juego limpio y el respeto a la competencia deportiva, se permite manifestar públicamente su más enérgico rechazo y profunda preocupación frente al nombramiento del señor Carlos Betancur como árbitro central del próximo encuentro correspondiente al Clásico Vallecaucano, designación efectuada por la Comisión Arbitral Nacional y respaldada por la Federación Colombiana de Fútbol.
Dicha preocupación no surge de un capricho ni de una percepción aislada, sino de hechos concretos y verificables: apenas cuatro días atrás, el señor Betancur dirigió un encuentro en el cual su proceder fue, como mínimo, parcial, negligente y contrario a los principios rectores del arbitraje profesional. En dicho compromiso, el árbitro omitió sancionar un penalti claro y evidente a favor de nuestro equipo, decisión que alteró sustancialmente el resultado final del encuentro. Esta omisión, a todas luces injustificable, no solo vulneró la equidad del juego, sino que afectó directamente la integridad de la competencia“.