Uno de los escándalos más recientes dentro del FPC fue la salida de Gustavo Florentín de Águilas Doradas, donde dejó una mala huella con sus problemas y sus antecedentes, mismos que arrastró desde Bucaramanga y que también repercutieron en su anterior paso por el Pasto, elencos donde tienen malas referencias del paraguayo y que han dejado claro su deseo de que continúe su carrera lo más lejos posible de estos equipos.
Ahora, ante la noticia sobre su salida, se dieron varias versionas, mismas que se aclararon en el comunicado que emitió el club antioqueño explicando las razones de la salida del cuerpo técnico. En el mismo, expresan que el entrenador atentó contra los valores del club y actuó con falta de liderazgo, manifestándolo de la siguiente manera:
“La Sociedad Talento Dorado S.A. - Águilas Doradas informa a la opinión pública, medios de comunicación, aficionados y partes interesadas, que el día de hoy ha concertado la salida del director técnico Gustavo Florentin, decisión adoptada por la Junta Directiva y el DT tras una evaluación exhaustiva y responsable de hechos recientes que afectan directamente la armonía, la disciplina y el proyecto deportivo de nuestra institución".
Además de esto, aseveraron que sí fue cierta la versión de que Florentin abandonó la concentración del club en la ciudad de Pasto y se negó a retornar con el equipo, como es costumbre:
“Durante las últimas semanas, se han venido presentando situaciones reiteradas de desacuerdo entre el cuerpo técnico y algunos jugadores del plantel profesional como Cristian Martínez Borja, quien en días pasados presentó su renuncia formal, motivado por diferencias serias e irreconciliables con el señor Florentin. La noche del 21 de abril, tras la derrota sufrida en la ciudad de Pasto, el entrenador Florentin tomó decisiones contrarias a la unidad y los principios de grupo: no compartió la cena con la delegación, se ausentó del hotel sin justificación, y no acompañó al equipo en su retorno a la ciudad de Rionegro. Estas conductas, ajenas a los valores del club, no solo rompen con el liderazgo que se espera de un director técnico, sino que atentan contra la cohesión y el respeto que deben existir entre todos los miembros de la institución“.

